Eloise Pearson
¿Qué me ocultas Caden Ferrati?
No he dejado de mirarlo, él tampoco ha dejado de hacerlo, sin embargo, no hay respuesta hasta ahora y realmente quiero que responda con la verdad.
¿Por qué quieres que lo haga Eloise?
No lo sé, miento, sí lo sé. Es la única persona que se ha preocupado por mi desde que llegué a esta ciudad, aunque sea de una manera peculiar, por mí. Cuando estoy con él siento un aire de familiaridad. Quizá sea su mirada exótica que por alguna extraña razón siento que la he visto antes. Su mirada imponente, intimidadora y misteriosa a la vez me inspira.... confianza.
Debo estar loca, ¿Cómo alguien que me transmite todo eso con la mirada me inspira confianza?
Quisiera tener respuesta a eso, pero no todas las preguntas tienen respuestas y mucho menos las que involucran sentimientos.
—¿Responderás Caden? —hablo sin dejar de mirarlo.
Parecer pensar por un momento y luego habla:
—Prometí responder todas tus preguntas, simplemente les pedí que fueran amables contigo, también les pedí que no te dijeran nada porque no pareces ser el tipo de persona que le gustan que les hagan favores.
No dejo de mirarlo quisiera que sus ojos me hablaran y me dijeran que es cierto.
—Aún quiero devuelta mi arco, Eloise. —Termina diciendo.
Eso me hace mostrar una pequeña sonrisa, la verdad lo había olvidado.
—Ven conmigo al auto de Taylor y... —se detiene por un momento— discúlpame.
—¿Disculpas? —inquiero.
No me las esperaba.
—Por casi ocasionar un accidente y ocultarte algo. —Confiesa.
Desvió mi mirada para ver por la ventana, tengo un debate conmigo misma.
¿Debería confiar en él?
—¿Vas a venir? —Me pregunta fuera del auto, no me percaté cuando abrió la puerta y salió.
Asiento y lo suelto un suspiro cansino.
Confiaré en ti rompe ilusiones.
Me digo mentalmente. A él solo le muestro una sonrisa genuina y luego bajo del auto.
Caminamos por la vacía calle, una brisa fría va acompañándonos hasta llegar al auto. Subimos al mismo y el silencio se apodera del lugar.
Bien dicen que después de un arranque de coraje viene el arrepentimiento. Pienso en todo lo que he hice en el local. Tomo el cinturón para distraer mi mente de lo ocurrido y de manera veloz me lo coloco, sin embargo, no funciona mi forma de despejar la mente porque Caden ha tomado el cinturón y se lo ha colocado al mismo tiempo haciendo que nuestras miradas choquen.
No puedo evitar sentir vergüenza así que desvió la mirada y solo miro hacia el frente.
¡Cielo santo porque tuve que hacer semejante tontería!
Caden pone el auto en marcha.
Me hago todo tipo de reclamos hasta que me percato que llegamos a una mansión que no es la nuestra.
Escucho como el auto se va deteniendo lentamente hasta quedar bajo un silencio gutural. No quiero mirar a Caden, él no es de las personas que olvida y por alguna razón siento que en cualquier momento lo sacara a relucir.
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Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.
Storie d'amorePrivilegio, sí, nací con ellos, una de las pocas afortunadas. No es que sea una molestia comprar lo último de la moda, ir a restaurantes caros, o acceder a la tecnología del momento sin siquiera detenerse a observar cuánto ha perdido mi cuenta banca...