Eloise Pearson.
El fuerte sonido parece ser una alarma. La intensidad de las luces disminuye hasta que quedamos en completa oscuridad. Entre los murmullos y el intenso sonido de la alarma que comienzan a ser molestos se escucha a la señora Jones gritar que salgan al patio trasero.
Intento girarme, pero unas firmes manos toman mi cintura.
—No te muevas—Pide Caden.
—Debemos salir—contesto—puede ser peligroso.
—No lo es.—señala, su voz suena tranquila. Intento buscar su rostro, pero está tan oscuro que no lo diviso.—Pronto será nuestra señal.
—¿A qué te refieres?—susurro.
—Voltea—siento como sus manos dejan mi cintura y me giro.
Algunas personas han encendido sus celulares, pero todos están concentrados en salir que no notan una luz neón que nos lleva al interior de unos de los pasillos de Jones.
Toman mi mano.
—Esa es nuestra señal—Indica el chico de hipnotizantes ojos grises que ahora no puedo ver.
—Caden—llamo dudosa —No es una buena idea.
—Recuerdas la vez que nos conocimos y te enojaste conmigo por no sacarte de la fiesta, me llamaste rompe ilusiones —declara y yo rio.—Ya no más Eloise, ya no seré un rompe ilusiones, Así que te pido que por favor, sígueme.
Somos alumbrados por una de las luces y puede ver que los ojos de Caden están en mí. Puede ver el ruego en su mirada.
Sin embargo no puedo. No puedo dejar que salgan lastimados por mi culpa. Intento negarme, pero una luz nos alumbra directamente en el rostro, haciéndonos romper el contacto y cegándonos.
—¡¡NO TENEMOS TIEMPO SEGURIDAD DESCUBRIÓ A ZAC!!—Dice una voz alterada cuando mi otra mano es tomada y tiran de mi obligándome a correr. La mano de Caden me suelta.
Apenas puedo coordinar mis pasos intentando no tropezarme.
—¡Señorita Eloise!—escucho como gritan mi nombre los de seguridad.
—No les hagas caso—Ordena mi acompañante.—solo sígueme.—es Brenda.
—Brenda te meterás en problemas—exclamo en un intento desesperado de que detenga esto.
Me ignora hasta que llegamos a unos de los pasillos. Escucho su respiración acelerada, la mía esta igual.
—Brenda.—llamo, pero lo único que me confirma que está a mi lado es la pulsera neón.
—Uff —suelta—Tenía rato que no sentía tal adrenalina.—señala y de repente ya no veo la pulsera en cambio esta saca su teléfono.
La tomo por los hombros y la sacudo.
—¡¿Acaso no me estás escuchando?!—declaro desesperada y ella solo sonríe.
—No aceptaré un no por respuesta Eloise, hoy no.
—Brenda.
Con la poca iluminación que tenemos veo como niega con la cabeza.
—Todos aceptamos esto, por ti. ¿Lo entiendes?, ya no necesitamos que te ofrezcas como sacrificio.
—No lo entiendes.
—A la perfección Eloise—recalca, no veo ningún rastro de duda en su rostro.
Intento replicar nuevamente, pero de instante a otro todo se ilumina.
—¡Carajo!—exclama Brenda.
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Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.
RomancePrivilegio, sí, nací con ellos, una de las pocas afortunadas. No es que sea una molestia comprar lo último de la moda, ir a restaurantes caros, o acceder a la tecnología del momento sin siquiera detenerse a observar cuánto ha perdido mi cuenta banca...