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Pd: Me inspiré con la canción  de arriba. Disfruten de la lectura❤. 

Patrick Pearson.

El tic tac del reloj es el  sonido  predominante en mi estudio causándome dolor de cabeza. Mi casa nunca ha sido ruidosa, pero el silencio que prevalece es tan lúgubre. 

Me dejo caer en la silla mirando el techo blanco de este lugar. En blanco así me siento, no encuentro alguna forma de solucionar lo que esta sucediendo.

Soy un inútil a, no he podido luchar por Eloise,  he dejado que Eleonor vuelva a ganar. 

Recordar su rostro de decepción cuando no impedí que se la llevarán es un recordatorio de horrible que soy. Pero no podía hacer nada, Eleonor me tiene a su merced como aquella vez...

Suspiro frustrado y me levanto, tomo la botella de whisky vuelvo a rellenar el vaso de cristal. Recurrir al alcohol para encontrar una calma momentánea ha sido un mal hábito que he tenido desde que soy adolescente. Hasta que ella me enseñó otra forma de buscar esa calma.

Mi mirada recae en el piano en la esquina del estudio. Hace años que no toco desde que le enseñé a Eloise. Recordar la curiosidad en su mirada cuando toqué una pieza para ella y su emoción cuando sus pequeñas manos se encontraron con el instrumento.  Tomé mis tardes libres enseñarle todo lo que sabía, Eloise se mostraba interesada en cada lección lo disfrutaba tanto que me lamenté cuando no volvió a hacerlo. 

Desde la distancia me tocó ver como Eleonor la destruía.

Sé que Eleonor es la causante de muchos de sus problemas, pero yo no hice nada impedirlo. Solo siendo un simple espectador por miedo a que la verdadera historia sea revelada.

Como una película todos los recuerdos de esos años comienzan a aparecer. 

Era mi  último año de secundaria, no tenía idea de como había pasado o como aún no  había sido expulsado, de cualquier modo allí estaba.

El "prestigioso "colegio Imperium con su nefasto clasismo se preparaba para recibir a sus alumnos nuevamente.  

—¿Nuevas metas Pearson?—señaló en ese entonces mi mejor amigo Dominic, recuerdo la forma en que  lucía  su impecable uniforme, siempre supuse  que no tenía opción, debía mantener su imagen como el hijo del presidente.—Aunque tú uniforme dice lo contrario ¿Dónde dejaste tu corbata?—apuntó.

—Lo siento querido amigo, sabes que odio las corbatas.—acote, Dominic se acoplo a mi paso.—son como cadenas.

—Patrick, Patrick cuando será el día en que te tomes algo enserio.

—No, lo sé quizá cuando seas gobernador —indiqué recordando su estúpido sueño de ser el gobernador de la ciudad, ahora una realidad.

Dominic rodó los ojos, y nos acercamos a las mesas al aire libre donde se encontraba Sara acomodándose el cabello, Lana con un libro, Andrea  y Celeste conversando entre ellas. Nuestro conocido grupo de amigos.

—¿Qué hay?—salude al llegar, las cuatro volvieron su mirada a nosotros.

—Tú, asistiendo al primer día de clases—Exclamó mi difunta amiga  Celeste Salinas—eso si que es nuevo.

Miré a Dominic indignado,  él solo  sonrió y negó con la cabeza.

Tomé asiento despreocupado restándole  su comentario ya que digamos que tenía razón.

—¿Ya se enteraron quienes son los nuevos?—Dijo Sara, era la que solía enterarse de todo, ahora que lo pienso no es simple coincidencia que tenga una firma de abogados.

Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora