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Caden Ferrati

Eloise Pearson ¿Me perdonarás?

Puedo leer una mezcla de sentimientos en su rostro mientras me observa. Tiene un debate mental y espero salir favorecido del mismo.

No te lo mereces—me digo.

Pero deseo tanto que lo haga.

—Eloise...—Susurro para mi sorpresa un tono triste sale al decir su nombre.

Silencio es lo único que obtengo de su parte. Ruego porque alguna palabra salga de su boca, pero no lo hace.

Me repara por última vez y me da la espalda la veo desparecer por el pasillo. Supongo que solo estaba acompañando a su amigo.

Bajo a la cocina en busca de agua, está vacía cuando llego. Tomo un vaso y me sirvo cuando veo el recipiente de chocolate en la repisa lo que me hace transportarme a esa noche donde me confeso uno de sus temores con una taza de chocolate caliente en sus manos. Y donde debo admitir que por primera vez en mucho tiempo me sentí libre de expresar lo que sentía.

Las palabras que me dijo en la fiesta aún resuenan en mi cabeza. Son una tortura. No debí mentirte Eloise.

Al día siguiente en el desayuno, el silencio abunda en la mesa. Patrick está a la cabeza de la mesa, come lentamente, está distante al igual que Eloise. Asher, el amigo de Eloise, esta su lado se le ve incómodo. Estoy frente a ellos apenas he tocado mi plato cuando decido dar por terminado este rancio desayuno. Me levanto, sin embargo, Patrick habla.

—Caden—me llama es la primera vez que se dirige a mi directamente desde el viernes y no por sus empleados—Termina tu desayuno.—demanda.

Lo observo incrédulo, nunca me había hablado así. Eloise y Asher también parecen sorprendidos.

—Patrick, debo llegar temprano a terminar unas cosas. —le informo.

—No. —dictamina—terminarás tu desayuno e irás con Eloise y Asher al colegio luego.

Arrugo el ceño ante tal orden. Patrick en ningún momento hace contacto visual conmigo, mejor dicho, con nadie de la mesa.

—Patrick ya no es necesario que lo obligues a nada—suelta Eloise.

—No quiero protestas por parte de ninguno—señala de manera autoritaria—Mientras estén bajo mi cuidado se hace lo que ordene. Si digo que van al colegio juntos lo hacen, si les prohíbo salir no salen. Si les digo que participarán en algún evento, participan. —decreta con contundencia.

Mi mirada confundida se encuentra con la de Eloise. Nunca había visto a Patrick de ese modo.

—Señor Pearson ¿Se siente bien? —pregunta el amigo de Eloise.

—Asher, estoy bien. ¿Hay algo en lo que estés en desacuerdo?

Asher niega con la cabeza incrédulo.

—Caden—me vuelve a llamar, sin embargo, lo siento como una advertencia.

—Ya entendí—suelto molesto y regreso a mi puesto.

Luego de un rato y sin mediar palabras Patrick se levanta de la mesa. Es mi señal para largarme al colegio.

Me levanto de la mesa, me dirijo a mi habitación, encuentro todo lo que necesito y voy a la salida, noto algo que me desconcierta. Han aumentado el personal de seguridad.

—Edward—llamo al chofer a cargo—¿Podrías preparar mi auto?

Pero este niega con la cabeza.

Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora