Caden me sonríe con picardía y se acerca a mí, aun sostengo el pomo de la puerta. Siento como mi corazón se acelera lo que me deja desconcertada.
—Eso sonó indecente, Eloise—habla Caden a centímetros de mí.
No soy capaz aguantar la tensión por lo que decido cambiar de tema.
—Lo sabias, ¿Verdad? —le pregunto tratando confirmar lo que ya sé.
—mmm—dice tocándose la barbilla—quizá.
Realmente me irrita.
—Caden Ferrati podrías responder lo que te pregunto.
—No me has preguntado nada, solo estas deduciendo que sé algo.
No quiero pelear por lo que tomo aire y pregunto.
—¿Patrick te contó lo de la pijamada?
Asiente.
—¿Por qué no me dijiste antes?
—Lo supe esta mañana—contesta con simpleza—intenté decirte en el auto, pero me estuviste ignorando todo el camino, luego fui a tu habitación y me dijiste, no —se detiene como reformulando lo que dirá—me gritaste que no necesitabas de mi ayuda seguidamente me pediste que me fuera de habitación.
Suspiro resignada porque en parte tiene razón.
—Bien tienes razón, pero no podías entrar a mi habitación como una persona normal y decirme Oye Eloise tu padre está planeando una pijamada a espaldas tuyas ".
Una sonrisa pícara vuelve a aparecer en su rostro.
—Acaso te pusiste nerviosa, Eloise.
—No Caden, no soy una persona que se pone nerviosa con facilidad—le respondo a pesar de que sí me intimidó tenerlo tan cerca.
—Bien señorita "No me pongo nerviosa con facilidad"—señala en tono burlón mi comentario anterior al mismo tiempo que se da la vuelta y regresa a su escritorio para continuar ajustando su violín.
—Si no deseas nada más puedes retirarte.
Aunque no quiera hacerlo necesito su ayuda.
—Caden—lo llamo, veo como sus manos se detienen, pero luego continúan en lo que estaban—la verdadera razón por la que vine es porque necesito tu ayuda.
Se detiene, se gira luego se recuesta en el escritorio y me mira esperando que hable.
—No conozco el área y realmente no quiero quedarme en esta absurda pijamada.
Me observa con sus atrapadores ojos grises y luego habla.
—Sabía que vendrías a pedirme que te sacara de aquí, pero no puedo.
Lo miro confundida.
—Hace un momento me diste a entender que me sacarías de aquí.
—Si, Eloise lo hice, pero ya es tarde.
—¿Cómo que tarde?
—Según tengo entendido tu pijamada o noche de chicas como le oí decir a Patrick es a la 6 de la tarde.
—Son las 5 de la tarde—le recuerdo.
—Hora en que Patrick llega del trabajo y no pienso meterme en problemas por ti.
Ese "no pienso en meterme en problemas por ti"me enoja.
—¿Sabes? no sé qué estaba pensado es obvio que eres un robot de Patrick.
ESTÁS LEYENDO
Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.
RomancePrivilegio, sí, nací con ellos, una de las pocas afortunadas. No es que sea una molestia comprar lo último de la moda, ir a restaurantes caros, o acceder a la tecnología del momento sin siquiera detenerse a observar cuánto ha perdido mi cuenta banca...