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Eloise Pearson

Ir de la mano con un extraño debería ser más aterrador, sé que puede ser peligroso, pero solo quiero salir de aquí. Así que solo me queda confiar en las buenas intenciones de este ciudadano.

No es que crea que me vayan a secuestrar o... ¿Sí?

El chico desconocido me lleva en dirección contraria a la fiesta, a lo lejos puedo ver como Patrick levanta sus manos sorprendido.

No tengo idea de donde estamos, pero este chico parece conocer a la perfección esta casa. Nos adentramos a un pasillo, ambos vamos en un silencio absoluto. Aquel pasillo nos conduce a otras escaleras que supongo nos llevará a la parte trasera de la mansión. Sin embargo, al bajarlas comienzo a ver la entrada principal que hace un rato observaba desde la ventana.

Frunzo el ceño, confundida, cuando el chico se detiene de pronto.

—Lo lamento, Eloise —Es la segunda vez que escucho su voz, un tono suave y bajo que me atrae magnéticamente y me hace querer seguir escuchándolo—pero no puedes huir hoy—Termina la frase con una sonrisa tremendamente encantadora.

Mi respiración se detiene un momento, intento formular alguna frase para debatir sobre a qué se refería con que no podía huir o el hecho de cómo sabe mi nombre, pero es como si mi cerebro se hubiese congelado y no fuese capaz de razonar.

Aún no había soltado su mano y cuando lo iba hacer su agarre se intensificó.

No vuelvo a confiar en desconocidos, pero ¿Quién lo hace?

—Suéltame— Exijo con voz firme, pero este me ignora y sigue caminando—¿No oíste? suéltame.

Tiro hacia atrás cuando ya estamos en la entrada, los de seguridad nos observan sin entender, él se detiene y me mira con impaciencia.

—Debemos entrar a esa fiesta y ya estamos atrasados, Eloise.

—No, ¿Estás loco? —digo incrédula —Te pedí que me sacaras de la fiesta no que me llevaras de vuelta.

Ríe con impaciencia.

—Y yo soy el loco—Se acerca a mi oído y me dice lo siguiente—Uno: Nunca confíes en desconocidos, dos: No puedes perderte la fiesta que tu padre hizo en honor a su querida hijita, que desconsiderado de tu parte. —Recalca lo último.

—¡Caden! —Nos interrumpe una voz femenina a lo lejos.

Una mujer alta, rubia con un vestido gris se nos comienza a acercar.

—Tres: Ves cuánta seguridad hay a nuestro alrededor, no podríamos escapar, aunque quisiera ayudarte. —Finaliza antes que llegue la rubia.

—Caden, llegas a tiempo, estoy buscando a Patrick—informa la mujer quien echa una mirada de reojo a nuestras manos juntas.

El chico que por lo visto se llama Caden se da cuenta de esto, me suelta y se acomoda su traje.

—¿Me presentas a tu amiga? —Dice la mujer interesada.

—Claro—Su rostro se vuelve aún más amable — Su nombre es Eloise Pearson y no es mi amiga, todavía—añade sin quitarme la mirada.

—Un gusto conocerte, pero debo irme, disfruta tu fiesta. —Se despide al instante y lo veo desaparecer entre los invitados.

Eso fue extraño.

—Eloise Pearson, Eloise...—repite pensativa la mujer —¡Eloise Pearson! Tu eres la hija de Patrick sabía que tu cara me sonaba, pero ¿Por qué no has entrado? ¡Ven y entremos juntas! —me toma por el brazo, al parecer aquí la gente tiene esa mala costumbre, pienso al recordar a aquel chico.

Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora