Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.

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Eloise Pearson

Alguna vez has querido deshacerte por completo de tu imagen del pasado. Puede que esté enfrentando una especie de rebeldía tardía o esté exagerando la situación actual. Quizá simplemente sea el alcohol en mi cuerpo nublando mi juicio y exacerbando todo.

Solo sé que frente a mí se encuentra el traidor desconocido que se suponía que debía ayudarme a salir de esta fiesta. Una oleada de ira me recorre, mi pecho se tensa y mi cara se enrojece del enojo.

Y como hoy no quiero guardarme nada me vuelvo contra él.

—Todo esto es tu culpa—reclamo— ¡Es tu maldita culpa! Debías ser como los chicos de las fantasías, sacarme de aquí y llevarme, no sé, a conocer lo maravilloso de la ciudad, pero el traidor aquí presente—lo señaló —es un experto rompiendo ilusiones.

—Te estás ridiculizando, deberías detenerte—dice solo para nosotros.

—¡No me digas que hacer! — replico demasiado fuerte.

El chico frente a mí por un momento se ve apenado por la situación y busca ayuda con la mirada a alguien de los presentes.

—Eloise—llaman más fuerte de lo normal.

Es Patrick, así que estos dos se conocen.

—Cálmate todo el mundo está viendo—Me advierte cuando ya está cerca de mí.

La señora Helena se acerca, Patrick le dice algo al oído y ella da una orden para que los músicos continúen.

El ruido de la música es más fuerte que antes, lo que me aturde un poco y Patrick me aleja de la vista de todos.

Le lanzó una mirada de enojo mientras prácticamente me arrastra. El chico de traidor nos sigue hasta que llegamos a las escaleras.

—Sácala de aquí y llévala a su habitación, por favor —le pide. —Tengo que arreglar está situación antes de que sea más grande.

El chico se nota entre irritado y avergonzado, pero solo asiente.

—No iré a ningún lado, no con él—debato—puedo caminar sola.

Me intento soltar, pero los efectos del alcohol actúan sobre mí y todo me comienza a dar vueltas por lo que Patrick me agarra más fuerte.

—No seas terca y deja que Caden te acompañe—señala.

Lo ignoro y me suelto, camino en dirección a las escaleras. No sin antes ver como algunos de los presentes me juzgan mientras subo. El grupo con el que tropecé antes, donde se encuentra la pelirroja y la morena, parecen secretear entre ellos.

Los ignoro y solo puede pensar en lo lejos que están las escaleras para llegar a la segunda planta.

Todo me empieza a dar vueltas, intento sostenerme de una de las mesas del catering, pero mis cálculos fallan, y terminó tirando lo que está sobre ella.

—¡Carajo! —Digo cuando siento que mi cabeza va a explotar y me cae comida en los pies.

Escucho a los lejos mi nombre y ya no distingo los rostros de quienes me ayudan.

—Llévala a su habitación, ¡Ya! —es la voz de Patrick que me causa más dolor de cabeza.

—Me duele mucho la cabeza— es lo último que balbuceo.

Hasta que una luz ilumina mi rostro. Me cubro una almohada y me quejo. 

¿Espera? ¿Solo fue un sueño?

—¡Arriba Eloise!—la voz de mi padre me recuerda que no lo fue.

—Déjame en paz—me quejo adormilada y abrazó con fuerza la almohada.