Epílogo

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Eloise Pearson

Tres años después.

—Estamos aquí reunidos en sagrado matrimonio —La voz del padre es  la única que se escucha en el lugar.

¡No puedo creer que estemos haciendo esto!

 —Para unir a esta pareja en sagrado matrimonio  —Continúa el padre, mientras le doy una mirada a Caden.

Los nervios están por acabarme. Brenda lo nota desde su asiento y no es capaz de contener la risa.

 —El matrimonio es el inicio de una nueva...

Vuelvo a observar a Caden y dejo de escuchar al padre cuando su mirada hipnotizante se encuentra con la mía. Y el tiempo parece detenerse. 

 —Si alguien se opone a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre...

 —¡Ahora! —susurra  Claire 

¿Qué? Aún no estoy lista para esto.

 —Yo me opongo —grita la morena.

 —Yo también —Escucho a Zac detrás nuestro.

Todos los presentes nos observan entre confundidos e impactados.

 —¡Vamos Eloise! —Insta Claire.

 —Yo...¡Yo igual! —Me levanto, Brenda y Caden repiten lo mismo.

 El silencio es abrumador hasta que el padre lo rompe.

 —¿Quiénes son ustedes?

El sonido de unos pasos atrae la atención de todos. Melissa entra acompañada de Dylan con un vestido negro,  sombrero y gafas.

Estamos irrumpiendo en una boda. Fue idea de Melissa y Claire. Nos dirigíamos a un  reencuentro. Pero una extraño mensaje con una dirección  en Maps nos trajo aquí.

 —¡Yo te amaba Fernando Antonio! —Reclama Melissa con tono dramático. 

 —Yo no me llamo Fernando ¿Quién eres tú? —Pregunta el novio entre confundido y nervioso.

 —¿Ahora finges no conocerme? —Dramatiza la pelirroja. Llevándose la mano a la cabeza y fingiendo un desmayo. 

 —¿Los conoces ? —Pregunta la novia, el novio niega —¡Seguridad!

 —¡Es hora de correr !—Me indica Zac y Claire.

Corremos despavoridos  hacia la salida donde Asher y Taylor nos esperan.

 —¡Corran! ¡Corran! —gritan desde el auto.

Los de seguridad nos persiguen. Mi condición física es horrible por lo que temo que me atraparán. Todos están por llegar al auto.

 —¡Eloise Corre! —Grita mi amigo.

Cuando estoy apunto de darme por vencida, me sostienen de la mano. 

Caden Ferrati...

 —¡No te detengas! ¡Vamos! —me pide. Continúo.

Subimos al auto como podemos y Taylor arranca.

 —¡Nos van a desheredar si se enteran de esto! —grita Taylor manejando a toda velocidad.

 —¡Seguro llamarán a la policía! —Acompaña Asher.

 —No lo creo niño bonito, les dejé 5 mil de regalo —añade Melissa que esta en medio de ellos.

Aún trato de recuperar el oxígeno. Vamos en la parte de atrás del nuevo auto de Taylor.

Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora