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Los chicos frente a mí se miran mutuamente, sus miradas me indican que están buscando alguna excusa para escapar de mi pregunta, pero no la encuentran.

—La cosa es...—habla finalmente Dylan— es que...

—Dylan—le advierte Zac y mueve la cabeza de un lado a otro como diciéndole "No hables".

El chico de ojos azules frente a mí me mira indeciso y luego su mirada se detiene en un punto detrás de mí.

—Lo siento Eloise, pero creo que deberías preguntárselo a él— me señala, me giro y veo a Caden que viene caminado con Taylor y los pedidos.

—Claro que lo haré. —le respondo de manera seca y me levanto. —Gracias, chicos.

No sé qué creí, son sus amigos no los míos. Melissa tiene razón porque habrían de confiar en mí si no saben nada de mí.

Pero si creen que voy a permitir que me oculten cosas que me incluyen están equivocados, verme vulnerable es algo que pocos logran conseguir.

Caden llega a la mesa y coloca los pedidos en la misma, me observa confundido, le sonrió y lo reto con la mirada eso lo hace arrugar las cejas aún más.

Salgo de mi lugar entre la mesa y el asiento, me coloco frente a él.

Taylor aún sigue de pie con la otra parte de los pedidos, Dylan y Zac nos miran expectantes.

Caden los mira en busca de respuesta, pero ellos solo le dan una sonrisa de boca cerrada.

—Ferrati—lo llamo y su mirada confundida vuelve a caer sobre mí. Me acerco aún más a él, estoy tan cerca de él que puedo sentir su respiración que ha cambiado a un ritmo más acelerado. Detallo su rostro y me detengo en sus labios y lo hago, junto sus labios con los míos. Siento como su respiración se detiene por un momento, pero luego se relaja y se deja llevar.

Me separo de él y luego me acercó a su oído.

—Gracias y adiós, rompe ilusiones—le digo al mismo tiempo sin que se dé cuenta tomo las llaves de auto que se encuentran en su bolsillo delantero.

Miro alrededor y la cara de los chicos es un poema, Zac y Dylan están boquiabiertos y Taylor me observa tan sorprendido que ha dejado caer la bandeja de los pedidos.

Aprovechando la conmoción del momento me dirijo rápidamente a la salida en dirección al auto.

Salgo del local y el frío aire de la noche me recibe. No pierdo el tiempo y busco la camioneta gris de Caden cuando lo encuentro me subo y le pongo el seguro a todas las puertas.

Mierda, mierda, mierda. ¿Qué demonios acabo de hacer?

Yo, Eloise Pearson acabo de besar a Caden Ferrati frente a sus amigos.

Me observo en el retrovisor y estoy completamente roja.

Respira, Eloise, Respira.

Repito mentalmente con la cabeza en apoyada en el volante.

Levanto la mirada y cuando miro el local veo a Caden salir de él de manera apresurada.

Enciendo el auto.

Tengo que salir de este lugar

Caden Ferrati.

Eloise, Eloise...

De todas las cosas que creí que haría, jamás pensé en esto. ¡Vaya que me se sorprendió!

Por lo que podido ver es terca, no le gusta mostrarme débil ante nadie y creo que sé porque me ha besado.

Un mapa hacia ti-EN EDICIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora