Parte 30

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Daniela

 Cuando escuché a poché decir que el perrito no se iba a quedar, la vi de inmediato al igual que todos, ella nos vio algo dudosa y prefirió no seguir hablando.

_ mami por favor deja que me quede con él, está muy chiquito – le dijo Emilio acercándose a ella, pero ni se inmutó.

_ perdón enano y Dani, pero esa es la razón, mírenlo, la palma de mi mano es más grande que él y llorará por su mamá haciendo ruido, solo es eso, no se tal vez podamos conseguir a uno más grande y entrenado porque no limpiaré su popó – dijo viendo a Emilio que ya tenía los ojitos tristes

_ hija es solo un cachorrito deja que....

_ lo siento papá, pero la decisión ya está tomada – Emilio dejó al cachorro en el mueble y subió a su habitación obviamente llorando, vi a poché ponerse de pie para ir tras él, pero la detuve.

_ ¡ni se te ocurra!

_ pero debo ir a ver como esta – dijo viéndome y yo me reí

_ ¿Cómo crees que va a estar si le acabas de decir que no puede conservar a un cachorro? que no tiene madre porque murió al igual que la de él – dije señalando la habitación de Emilio.

_ pero Dani yo no sabia

_ claro que no lo sabias poché, porque no te lo iba a decir en frente de Emi, pero tranquila yo lo conservaré y recogeré su popó y lo educaré ya que eso a ti te cuesta – subí las escaleras, pero me detuve

_ ¿A dónde vas? Dani yo....

_ voy a ver a mi hijo y al único que tendré al parecer porque tú no quieres limpiar popó ni educarlos ¿cierto? – terminé de desfogarme y subí a la habitación de Emilio, al llegar di tres toques y escuche un "adelante"

Al pasar me encontré con Emi, en medio de sus almohadas con los ojitos rojos, claramente estaba llorando y eso me parte el corazón, no me gusta verlo así por algo que se supone sería la mejor sorpresa del mundo, pero poché tenía que arruinarlo con sus tonterías.

_ mi amor quita esa carita ¿sí?

_ no puedo Dani, yo quiero al cachorrito – dijo limpiando sus mejillas y sorbiendo su nariz

_ no pasa nada, lo seguirás viendo porque yo lo tendré en mi casa y tú puedes tenerlo cuando quieras, lo compré para ti así que es tuyo – lo abracé y él se acomodó en mi regazo.

_ pero solo lo voy a poder tener cuando esté en tu casa ¿Por qué mom poché no lo quiere? ¿es porque no tiene mamá? – preguntó levantado el rostro.

_ ¿de dónde sacas eso? Ella solo no está acostumbrada a tener mascotas, no tiene nada que ver que no tenga mamá así que quítate eso de la cabeza, hoy es un día muy especial para ti así que deja esa carita triste y regálame una sonrisa. El forzó una pequeña sonrisa que no llegó a sus hermosos ojos y por eso lo ataqué con cosquillas

_ ¡para dani! ¡para! – decía riendo a carcajadas y eso me alegraba el alma.

_ así me gusta, ver esa sonrisa que me alegra el día, ahora vamos que aún no terminamos de festejarte

_ no voy a bajar, no quiero estar triste otra vez, mejor quédate aqui conmigo – dijo haciéndome espacio en la cama.

Le sonreí y me acosté abrazándolo, estar así con él hace que me sienta bien y me hace pensar en tener bebes, tal vez deba pensar en esa posibilidad, pero ¿Cómo haría eso? Si la mujer que amo no quiere responsabilidades, lo dejó muy claro hace unos minutos ¿no?

_ tu cuarto me gusta mucho y este traje está de infarto – Emilio me sonrió al escuchar

_ ¿podrías quedarte esta noche? Sé que no es fin de semana, pero me gusta cuando estás aquí – asentí ante su petición y él se aferró mucho más a mí. Estábamos hablando de bobadas cuando oímos que tocaron la puerta iba a responder, pero Emilio se me adelantó.

APRENDIENDO A AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora