APRENDIENDO A AMAR

parte 61

Poche

Habían pasado ya unos dias desde la conversación que tuvimos Laura, german y yo, les expliqué algunas cosas y aunque no estuvieron de acuerdo tenían que terminar sediendo.

Mafe nos escuchó así que tuve que explicarle la situación y tal como lo dije culpó al pobre de german.

_ ¿sigues aquí?

_ hola claudia, si aún me queda trabajo - dije viéndola, ella se acercó hasta estar frente de mi y siguió hablando.

_ ¿ya comiste?

_ aún no, en cuanto termine buscaré algo en la cafetería - dije restandole importancia pero ella siguió insistiendo.

_ de eso nada, vamos a comer algo que yo iré a un restaurante que está cerca y en serio la comida es deliciosa - no estaba muy convencida pero ante su entusiasmo decidí aceptar.

_ está bien pero yo invito y perdón si no soy una gran compañía - dije tomando mi chaqueta y mi celular.

_ no creo que eso sea posible - respondió riendo y la invité a seguir caminando.

El trayecto de mi oficina al elevador fue todo un espectáculo, todos se me quedaron viendo y en verdad no entendía por qué pero que podría hacer , ellos pueden pensar lo que se les de la gana.

_ poché ¿vamos a almorzar? - dijo laura acercandose.

_ bueno, si quieres puedes venir con nosotras, claudia sabe de un lugar....

_ ¿en serio poché? ¿irás con ella y no conmigo?

_ perdón pero no puedo plantarla, además te digo que puedes venir con nosotras, no creo que....

_ olvídalo, diviértete con tu amiguita - dijo regresando a su oficina, claudia me veía un poco apenada y le agradecía no haber dicho nada porque Laura esta un poco loca y quien sabe que hubiece dicho.

_ si quieres lo podemos dejar para después y aceptas la invitación de Laura

_ para nada Claudia, tú escuchaste que la invité y ella no quiso asi que andando que tengo hambre - Claudia sonrió y las puertas del elevador se abrieron.

El trayecto hasta el auto no fue para nada incómodo y eso me sorprendió, ella no empezó con sus preguntas y declaraciones de amor y eso me agradó.

Decidimos ir en mi auto asi que ella fue la que me dirigió al famosísimo restaurante, fue grande la casualidad que es el restaurante favorito de Daniela, por sus pastas y a Emilio le encanta el lugar.

Pasamos y el mesero nos ubicó justo a unas mesas de donde acostumbramos sentarnos, no pude evitar recordar las risas y juegos en aquella mesa.

_ ¿te encuentras bien?

_ si, solo recordaba algo - dije fijando mi vista en ella.

_ ¿es lo que creo? - dijo tomando mi mano

_ si, aquí veníamos los fines de semanas o cuando nana tenía una cita - dije agachado la cabeza.

_ yo no lo sabía, si quieres podemos buscar otro lugar - iba a ponerse de pie pero la detuve.

_ tranquila estoy bien, solo no pude evitar recordar, a ella le gustaba la pasta de este lugar

_ bueno es conocido por eso ¿pedimos? Ya tengo hambre - dijo tomando asiento frente a mi.

Vi la carta así que pedí la pasta que le gustaba a Dani y una copa de vino, Claudia prácticamente hizo que le pongan y le saquen ingredientes a su orden, que ni siquiera pude descifrar.