¡¡Hola hermosas!! Las tenía un poco abandonadas. Han pasado unas cuantas cosas desde ese último posteo. Pero acá estoy, volví y potenciada.
¿Se acuerdan del stripper? Sí, ese al que le hice el reportaje hace un tiempo. Morocho, hermoso, muy bien equipado. ¿Ocho por cuatro? ¡Sí, ese mismo! Bruno.
Bueno, anoche fue su última noche en el Golde. Sí mis chicas, no lloren, pero lamento decirles que colgó la tanga. Y yo estuve ahí.
Como ya les he dicho anteriormente, no me gustan esos shows, pero él es... Perfecto, y ameritaba el sacrificio, de esta humilde servidora.
Preparen los pochoclos o las palomitas de maíz, como le quieran llamar, siéntense cómodas y sujétense los calzones, les voy a contar lo que pasó en ese último show.
Llegamos con mi amiga y mi cuñada al local y después de hacer una larga fila para entrar, nos sentamos en primera fila —teníamos mesa reservada. ¿Quién te ha visto y quién te ve? —.
El boliche estaba colmado de mujeres de todo el rango de edad, iban desde la tierna edad de dieciocho, hasta esa edad que necesitas más de dos hervores para cocinarte. Todas, sin importar generación, estaban absolutamente ansiosas y excitadas. Todas hablando a los gritos mientras que tomaban sus tragos y se carcajeaban, vaya Dios a saber de qué.
Ahora la joda empezó cuando se apagaron todas las luces del local. Esas locas —y perdón si alguna está leyendo esto, pero al pan, pan y al vino, vino; son todas unas locas de atar— comenzaron a gritar como si el mundo se estuviese prendiendo fuego —aunque ahora que lo pienso, seguramente las que se estaban incinerando eran ellas—. De repente comenzó a sonar "el toque de diana" y se encendieron las luces que alumbraban el escenario. Entonces veo a Bruno, parado en el centro del escenario, vestido de militar, mirando hacia al frente y haciendo una venia —¡por el amor a todos los Dioses del mundo! Este hombre es impresionante—. El local entero estalla en un solo grito. Y tengo que reconocer, yo incluida. Cuando cria que me iba a estallar una vena en la cabeza, cambia la música y aparecen tres chicos hermosos, también vestidos de militar, y se acercan a Bruno marchando.
Todas las mujeres están de pie gritando todo tipo de barbaridades. Mi amiga y mi cuñada, son las peores. Voy a hacer un paréntesis acá, solo por un momento. Fui, como les conté, con mi amiga Carmen y Barbi, mi cuñada, a ver el show. Ustedes tendrían que haber escuchado todo lo que les gritó Carmen a Bruno y a los otros chicos; creo que inventó, por lo menos, cuatro guasadas nuevas para el manual y Barbi, irreconocible.
Ahora sí, volvamos.
Los cuatro comenzaron a sacarse la ropa al son de la música. Cabe decir que termine otra vez en el escenario franeleada por Bruno. No me estoy quejando, es solo un comentario.
El show fue una montaña rusa de sensaciones y sentimientos. Pasábamos de la euforia por el cachondeo que había en el ambiente; al puchero colectivo, por el hecho que Bruno no iba a estar más ahí, zarandeando el paquete a diestra y siniestra. Lo pienso y se me "pianta" un lagrimón...
En fin, fue una noche distinta, que a decir verdad, la pase super bien.
Después del show de despedida de Bruno, el Golden se convirtió en boliche —¿Ustedes sabían que después del show de stripper, el local se convertía e discoteca? Yo no, nunca me quedé lo suficiente—, y dejaron entrar a la jauría de hombres, que vinieron a aprovechar, el estado calenturiento de todas las mujeres después de ver a estos monumentos al hombre perfecto. Menos mal que tengo donde rascar...
Bruno fue, obviamente, el centro de atracción de todas las mujeres que estaban en el lugar. Fue una digna despedida para ese bombonazo de licor.
Salimos a las siete de la mañana cual adolescente, pero no con el mismo aguante... Cada una por su lado. Ustedes me entienden.
Buenos mis chicas hermosas, las dejo con varias imágenes, en sus sucias cabecitas, para que se cachondeen.
Me voy silbando bajito el "toque de diana"; y no me vengan a decir que por mi culpa, se lo terminaron poniendo con tono de llamada; no es mi culpa, son ustedes y sus sucias mentes cachondas.
Ah, no sé si se los comenté. ¿Vieron a Bruno?, sí, el stripper. Bueno él es mi nuevo novio... (Carcajada de maléfica).
Besitos voladores...

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El blog de Lola
RomanceLola se gana la vida escribiendo posteos sumamente divertidos y muchos de ellos, atrevidos en el blog de una editorial. Su vida es tranquila, a pesar de los dos demonios que tiene por hijos. Hasta que tiene que escribir una historia un tanto particu...