Capítulo 20 (Bruno)

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No entiendo en que momento, pasamos de estar super bien con Lola, a meternos en este caos.

Cuando le suena el celular, sé que no va a ser nada bueno, ya que cada vez que pasa, es su ex que le va a llevar antes a los chicos o simplemente tiene ganas de joder.

La miro a Lola desde la cocina, realmente me encanta verla en mi casa. Lo siento, diría, natural.

La escucho hablar, pero no presto atención que es lo que está diciendo. Le quiero dar privacidad dentro de lo que se puede teniendo en cuenta las dimensiones del departamento.

Todo venía bien hasta que la escucho decir:

—¿De dónde sacaste es? —le dice nerviosa. Cambio totalmente su postura. Ahora se la ve nerviosa y a la defensiva.

—Dejame que te explique. —dice moviéndose de un lado para el otro.

—Lo que piense tu papá me importa una mierda. Lo único que quiero es que vos entiendas como es la cosa.

Cuando la escucho decir eso comienzo a acercarme a donde esta ella.

—Él es una excelente persona y no te voy a permitir que digas lo contrario. Mañana cuando vuelvas a casa hablamos.

La escucho hablar y no sé si tocarla o simplemente quedarme ahí cerca de ella.

—¿Qué estás diciendo, Alan? Mañana vas a venir a casa y vamos a hablar.

De repente comienza a temblar y baja el celular. Cuando la miro esta pálida como una papel.

—Lola, sentate. Estás pálida. —La abrazo por la cintura y la ayudo a sentarse en el sillón.

—Lola, ¿Qué pasó? —le pregunto sentándome a su lado. Está totalmente fuera de sí.

Me quedo observándola por un momento. Realmente no sé qué hacer. No soy bueno en estas situaciones. Entonces escucho que Lola dice:

—Los chicos te vieron una publicidad en la calle.

Siento un vacío a mí alrededor. No puede estar pasando esto. Lo único que me sale decir es:

—¿Cómo?

Lola sumergida en sus pensamientos murmura:

—Saben que sos stripper.

—Mierda... —eso es lo único que me sale decir en este momento.

No puedo creer que esté pasando. Nunca, jamás pensé que los chicos podrían llegar a ver la publicidad del Golden.

Cuando logro salir de mi estupor, le digo tratando de tranquilizarla:

—Quedate tranquila Lola, lo vamos a solucionar.

—Alan está furioso conmigo...

—Lo vamos a hablar y seguro que entiende.

—No Bruno. Esto no tendría que haber pasado nunca. No sé qué me pasa... Mi prioridad tiene que ser los chicos.

La escucho hablar y no sé bien cómo interpretar lo que está diciendo.

—No entiendo...

—Esto que tenemos, nunca tendría que haber pasado. ¡Cómo se me ocurre! —se pone de pie y se aleja unos cuantos pasos de mí. La sigo con la mirada. ¿Qué está queriendo decir? ¿Qué terminamos?

—Lola tranquilizate. —le digo viéndola caminar de un lado para el otro.

—Alan no quiere volver a la casa conmigo. Le doy vergüenza o algo por el estilo. ¿Sabés cómo te llamo? —se deteniéndose delante mío. La miro, soy incapaz de emitir sonido— "Prostituto".

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