El blog de Lola

Capítulo 8 (Bruno)

El viaje de vuelta es mucho más rápido. En tiempo record estoy estacionando la moto en el garage del edificio. Me sonrió al recordar la cara de Lola cuando vio la moto.

Subo a mi departamento con la mochila y los cascos. Dejo todo junto a la puerta. Lo único que saco es la campera de Barby, si la llega a encontrar en la mochila me va a matar... Lo mejor va a ser que la cuelguen en donde estaba.

Siento el perfume que Lola dejo en ella, es sumamente sexy... Es muy ella.

Camino hasta mi cama y me dejo caer en ella... Me imagino lo que sería despertar con ese perfume en toda mi cama... Mi cuerpo reacciona en forma instantánea. Por el amor a Dios, ¿Qué estoy pensando?

Se escucha ruido a llaves en mi puerta y sin mirar sé quién es...

—Estaría bueno que te acostumbres a tocar el timbre antes de entrar... Un día me vas a encontrar en una situación que no te va a gustar tener la imagen en tu cabeza...—le digo sin mirarla.

—¿Para que voy a tocar timbre...? Vos tenés esa regla estúpida que acá mujeres no y ya te vi con tan poca ropa que llevo un buen tiempo hablándolo con mi psicóloga... —me dice Barby entrando en el departamento, mientras que arroja las llaves en el cuenco junto a la puerta.

Cuando está llegando a mi cama se detiene y dice horrorizada:

—¡Por el amor a Dios, Bruno! ¿Te estás tocando mientras que oles mi campera? Esto es lo más perturbador que alguna vez vi...

—¿Qué decís estúpida? ¿Cómo me voy a tocar oliendo tu campera? —le digo mientras me siento en la cama.

—Disculpame pero esa es mi campera... —me dice señalando la campera que tengo en mi mano. La miro y tiene razón, pero no.

—No es lo que estás pensando...

—¡Por Dios! Te estabas tocando oliendo mi campera... ¿Pero qué te pasa? —me dice acercándose y arrancándome la campera de la mano. Automáticamente se lleva la campera a la nariz y la huele. Me mira abriendo grande los ojos y me dice:

—Este no es mi perfume... Bruno, ¿me podés decir que es lo que está pasando?

—Se la preste a una amiga...

—¿Qué? ¿Qué amiga? Vos no tenés amigas... ¿Y porque le prestaste mi campera?

—¿Algo más que quieras saber?

—Si, en realidad quiero saber desde que la conociste hasta ahora, absolutamente todo. —me dice acercándose al sillón, cuando se deja caer ve las botellitas que tomamos con Lola y quedaron ahí. Entonces me mira y me dice:

—Jodeme que entraste a una mujer al departamento...

—No es una mujer... —le estoy diciendo cuando me interrumpe diciéndome:

—Es un travesti... —me dice sonriéndose. Me está cargando...

—Barby, podés cerrar el pico por un momento... En si no tengo ganas de contarte nada y si decís estupideces, menos ganas voy a tener... ¿Querés una cerveza? Yo necesito una... —le digo yendo a la cocina.

—Dale, me parece que yo también la voy a necesitar... No todos los días tu hermano mayor, stripper te dice que está saliendo con un travesti...

—Estoy a punto de sacarte a patadas en el culo del departamento... —le digo volviendo con las dos botellitas de cerveza. Me siento junto a ella y después de darle una y tomarme un buen trago, comienzo a contarle:

—Es una mujer que conocí en el Golden... —Barby me va a interrumpir, seguramente con el tema de mis reglas, pero la interrumpo—. ¿Puede ser que me dejes hablar de corrido?