Capítulo 35 (Bruno)

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Lola se va llorando de mi departamento, dejándome con la sensación más horrible que sentí en mi vida.

Cómo puede ser que la misma noticia pueda dar tanta alegría y después, dejarme absolutamente devastado.

Tengo tantos sentimientos encontrados, y sobre todo un enorme vacío en el pecho.

A lo largo de mi vida, nunca me plantee el tener un hijo. Bueno, siempre pensé, que en algún momento iba a ser padre, pero era algo lejano. A medida que fueron pasando los años, esa idea se fue disolviendo. No tenía una pareja estable con la que pudiese llegar a pensar, en formar una familia. Una familia... La angustia aprieta más mi pecho.

Escucho en mi cabeza, a mi madre cuando discutíamos sobre la legalización del aborto. Yo siempre tuve la postura, que las mujeres, tenían que elegir si tener o no a su hijo; mientras que ella decía, que esa decisión se tenía que tomar antes, no después. Luego de discutir largo rato, ella cerraba la conversación diciéndome "Espero que nunca te toque vivir, que una mujer decida sobre la vida de tu hijo. Ahí vas a entender que ciertas decisiones se toman antes. ". Ahora entiendo a qué se refería. Me rompe el alma pensar, que Lola va a decidir si voy a ser padre o no.

Entiendo que la culpa de todo esto que está pasando, es pura y exclusivamente mía. Ella me lo aclaró, que no quería tener más hijos y yo no pensaba pedírselo, pero ahora que pasó, no quisiera que lo aborte. Quiero ser padre. Quiero a ese bebé en mi vida.

Me recuesto en el sillón llorando.

Este es el peor castigo que se puede tener, ante un error como el que tuve en el loft. Saber que lo pude haber tenido y que se escurrió entre mis dedos.

Mi cabeza va a mil por hora. Necesito hablar con alguien; así que me visto y me voy al loft, Barbi todavía debe estar allá.

No más cruzar la puerta del loft, mi hermana me mira y me dice:

—¿Qué pasó? Te peleaste con Lola.

Me acerco a ella y la abrazo. Me siento sumamente vulnerable.

—Bruno, me estás asustando. ¿Qué pasó?

Me separo de ella y con lágrimas en los ojos le digo:

—Lola esta embarazada.

A mi hermana se le ilumina la cara.

—¿Voy a ser tía? Me muero... —dice emocionada mientras que me abraza.

—No.

Barbi se separa de mi para poder mirarme a la cara y me pregunta:

—¿Cómo que no? ¿No me dijiste que esta embarazada?

—Sí, pero no va a nacer. —le digo con un nudo en la garganta.

—¿Lo va a abortar? —se separa de mi un paso y me mira horrorizada.

No le puedo contestar nada. Apenas puedo respirar.

—¿Se volvió loca? ¿Querés que hable con ella? —me dice buscando su teléfono en el bolsillo trasero del pantalón.

—No Barbi.

—Bruno, no podés dejar que aborte.

—No quiero, que lo aborte pero voy a tener que respetar su decisión. Esto es culpa mía. Ella no quería tener más hijos, me lo dijo mil veces y yo fui tan hijo de puta que no me cuide.

—Ay Bruno... Lo siento mucho. —se acerca a mi y me abraza.

—Yo más aún. —le digo con lágrimas en los ojos.

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