Después de que es liberado de prisión por una persona anónima la cual las autoridades afirman que es una chica Joel queda en duda y quiere saber más sobre ¿Quien es es ella? Pero _____ Miney se atraviesa en su camino como una de las maravillosas obr...
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Pareciera que nadie sabía que decir y simplemente estuviesen ahí parados con la cabeza llena de preguntas y sin una sola respuesta.
— ¿Recuerdas los chicos que intentaron secuestrarme? — Joel asiente, — ellos lo tienen, no se con exactitud dónde se esconden pero
Joel me interrumpe, — _____... Ángelo dijo que esas personas estaban haciendo todo por ordenes de la Mafia Italiana.
Alzo la ceja, — ¡¿La mafia?! ¿Mi mafia?
— Supongo que sin una persona a cargo alguien tiene que tomar el poder ¿No es así?
Asenti, — Si, Sadie, tu argumento es válido.
— ¿Entonces qué hacemos? — pregunta Winn.
— No es que hacemos, más bien es que haré.
— A pesar de las malditas diferencias somos un equipo, no vamos a dejarte pelear sola mientras nos tienes aquí. — dice Johann quien había estado callado todo el tiempo.
Debo admitir que sus palabras ya no se sentían como antes y que me hacía trizas en corazón escuchar su voz, pero tenía razón.
— Johann tiene Razón _____. — Añade Pietro.
Suspire, — Muy bien... vendrán conmigo pero seguirán mis órdenes no sé quiénes son esas personas y me temo que tampoco conozco la lealtad de mis hombres.
— ¿Dónde iremos? — pregunta Erick.
— South Florida Rocklands, es un bosque. En lo profundo del bosque están nuestros equipos y búnkers de entrenamiento.
Joel frunce el entrecejo,— Por eso nunca pudimos encontrar a Pierce.
— Él era bueno ocultando muchas cosas, además no utiliza energía eléctrica, utiliza energía solar.
— Por eso no pudimos rastrearlo. — Añade Johann.
— No nos quedaremos a pensar en que no se pudo rastrear, debemos ir, South Florida está un poco lejos ¿Verdad? — pregunta Erick.
Saadia ríe, — ¿Bromeas? Esta como a 10 minutos a pie y 5 en auto, de hecho me siento estupida por no haber encontrado ese escondite antes.
Winn niega, — Andando.
Tal y como Saadia lo dijo, subimos al auto no sin antes tomar las armas que necesitamos. Parqueamos los autos fuera de alcance y empezamos a caminar por el fondoso bosque, el ruido de los animales chillando y el sonido de los árboles moviéndose al compás del viento estruendoso me hacia tener ganas de salir corriendo del lugar.
No podía huir por uno o dos ruidos.
— ¡Deja mi brazo! — escucho a Winn reñir a Erick en voz baja.
— ¿Qué no ves que no veo? — refuta este.
Alumbró con la lámpara a la cara de Winn y este aparta la mirada, — ¿Como voy a ver que no ves si yo tampoco veo? ¡Quita esa cosa de mi vista!
