Después de que es liberado de prisión por una persona anónima la cual las autoridades afirman que es una chica Joel queda en duda y quiere saber más sobre ¿Quien es es ella? Pero _____ Miney se atraviesa en su camino como una de las maravillosas obr...
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Narra Joel.
— Hoy en día nadie se hace rico de ese modo. Los hombres tienen que trabajar y las mujeres, si quieren dinero han de casarse. Vivimos en un mundomuy injusto. Dijo Meg con amargura.
Desde que abrí los ojos ______ jamás se apartó de mi ni por un segundo ahora estaba leyendo su libro preferido según me contó aún que no le presté atención, Mujercitas, si así se llama. Realmente no podía seguir fingiendo que me estaba enamorando de ella, me había salvado de lo que pudo ser una muerte segura y lo hizo sin importar que ella misma pudiera perder la vida en el intento, siempre me salvaba y ahora sentía que si se iba a mi lado no podría vivir más.
No quería eso...
Me asustaba mucho la idea de amarla, por que se perfectamente como es.
Entonces no había más remedio que ignorarla.
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— Hoy fui con Johann a comprar unas cosas al super mercado en realidad espero que te guste lo que sea que inventar en mi cabeza para alimentarte, no soy buena cocinando así que espero no mueran envenenado.
Quería reír y decir que no importaba lo que me diera, si venía de ella estaba perfecto.
Pero me contuve.
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— Tienes que tomarte esto. — Dice abriendo el bote de pastillas con calma.
No dije nada.
— Me alegro que ya estés mejor. — murmura, — temi por tu vida en aquel lugar. — dijo poniendo las pastillas en mi mano.
Ella no sabía pero yo de verdad le agradecía lo que hacía por mi.
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— Buenas noches. — Sonrie Erick saliendo de la habitación.
Ella niega y me mira pero finjo estar dormido, — Esta bien... que descansen.
— Te quiero. — dice Johann.
— Igual yo a ti.
La puerta se cierra.
La escucho sollozar como todas las veces que se ofrece para cuidarme por la noches, odiaba que llorara, solo quería abrazarla y decirle que estaría todo bien pero no podía exponerme más, no quería quererla.
— ¿Donde estas Dios? — murmura y puedo ver sus mejillas mojadas por la tenue luz de la luna. — Porfavor que esto mejore...
Luego se ponía de rodillas frente al sofá y hacia una breve oración sin nada de fe, por que se que se le había acabado.
