Después de que es liberado de prisión por una persona anónima la cual las autoridades afirman que es una chica Joel queda en duda y quiere saber más sobre ¿Quien es es ella? Pero _____ Miney se atraviesa en su camino como una de las maravillosas obr...
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Abro los ojos y veo todo oscuro, mis manos tiemblan y arden cuando las halo y el lazo roza mi piel raspandola, intento ponerme de pie pero no puedo y me frustro tengo atadas todas mis extremidades a una silla de lo que parece ser metal incluso tengo atada mi cintura.
— Veo que despertaste. — Escucho de nuevo la voz.
Seguido de esto la bolsa de tela es quitada de mi rostro, recibo a la luz como una pesadilla mis ojos arden y entonces aparto la vista.
— Mira con esta tu rostro, si tan solo te hubieras estado tranquila nada de esto hubiera pasado linda.
Bufo, — ¿Quien eres?
— No te interesa linda, solo cumplo las órdenes del jefe.
— ¡¿Quien eres y que quieres de mi?!
— ¡No soy la persona indicada para responder esa pregunta!
— No claro que no... tiene que venir tu "Jefe" ¿No? Por qué el grandulon no puede hacer nada sin ordenes. — Dije en tono de burla.
Rie, — ¿No te dolió verdad?
— ¿Y a ti no te dolió?
— ¿Que cosa?
— Cuando la paloma te cago y caíste del cielo pedazo de mierda. — Le escupo en la cara.
Siento el impacto de su puñe estrellarse contra mi rostro y un grito desgarrador deja mis labios, — Es para que aprendas a respetar. — dice apretando mis mejillas con fuerza.
Toma un pedazo de cinta y lo pone es mi boca con brusquedad, las lágrimas saltan de repente si yo poder detenerlas.
— Llamen al jefe, dígale que la tenemos. — dice por el radio. — Más te vale tener respeto por el jefe, si no quieres estar muerta antes de tiempo.— Pone un mechón de mi cabello tras mi oreja.
Dios mío, por primer vez tenía tanto miedo de morir, mi corazón se había detenido esta vez y las lágrimas respaldaron por mi mejilla sin permiso mezclándose con el sudor y la sangre, mi mejilla palpitaba y mi ojo también, mis muñecas ardían y me sentía sola y aterrada, hoy más que nuca.
La puerta se abre y entran unos hombres vestidos de negro, bajo mi cabeza y mi cabello cubre mi rostro pero aún así puedo verlos, ellos hacen dos lineas y luego bajo la cabeza nada más viendo sus pies, el último se aserca un poco y levanto mi cabeza.
Entonces todo se detiene cuando mi mirada se encuentra con esos intensos ojos cafés.
— ¡¿_____?! — Dice acercándose rápidamente a mi.
Pero yo retrocedo mi cuerpo por instinto.
— ¿Que diablos? — Dice quitándome la cinta de la boca con cuidado.
Las yemas de sus dedos recorren mis labios lo cuales me duelen con locura por los golpes, seguido de eso pasa sus dedos levemente por mi rostro y yo no puedo decir nada.
