Después de que es liberado de prisión por una persona anónima la cual las autoridades afirman que es una chica Joel queda en duda y quiere saber más sobre ¿Quien es es ella? Pero _____ Miney se atraviesa en su camino como una de las maravillosas obr...
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Me separó de él con lentitud y me quedo viendo sus ojos por un corto lapso de tiempo hasta que todo en mi cerebro hace clic y en verdad no podía quedarme con el yo había venido con los chicos, los cuales son menores de edad Robert tiene 17 y los gemelos 19 así que en realidad soy su niñera no podía quedarme aquí.
Veo mi reloj 2:17 am. — Me tengo que ir.
— ¿Que? — Dice Johann relativamente sorprendido.
Asenti, — lo siento. — Me doy la vuelta para bajar las escaleras.
Lo logré pero fue casi imposible, su rostro me decía que no entendía nada, pero yo realmente me di cuenta de lo terrible que hice hasta cuando había terminado de disfrutarlo, no soy lo suficientemente tonta como para creer que no fue parte de un plan el lo dijo claramente, yo estaría loca por el algún día y es lo que intenta, pero no lo hará.
— ¿Pero qué...? — me susurró a mi misma cuando siento mi corazón latiendo a mil por segundo.
No le tomo importancia y encuentro a los chicos bailando pero con la mirada perdida a cada lado, estaban de espaldas y no los pude ver bien.
— ¿Te dijo dónde iba?
— Yo me fui después de que tu te fuiste. — dice con rudeza el otro chico.
— Si la secuestraron es tu culpa. — Tom voltea los ojos.
— Jodete.
— Vamos a buscarla ¿Que esperas a que salga que la asesinaron a primera hora en el noticiero de mañana?
Rei y toco su hombro, — Lo siento me entretuvo en el baño, puedes hacer amigas muy buenas ahí.
Tom me mira y suspira, — Primera quítate el labial que mancha tu mentón. Salvaje. — Bromea.
Haciendo caso omiso a su comentario mi mirada va hacia las escaleras del VIP y entonces lo veo bajando bajandolas a todo dar con Johann a sus espaldas y mi corazón se acelera aún más.
— Vamonos.
— ¿Ahora? — Reclama Robert.
Volteo los ojos, — Ahora.
Me doy la vuelta aseciorandome de que los 3 chicos vayan a mi espalda, no podía explicar lo que sentía en estos momentos mi corazón palpitaba como si se fuera a salir de su sitio en solo unos minutos pero no lo entendía, mi respiración estaba entre cortada y los chicos estaban sobre mi preguntándome que pasaba pero no podía explicarles, salimos del lugar y la brisa fresca golpea mis mejillas y siento que al fin puedo respirar.
Pero creo que me confié demasiado.
— Vamos chicos busquen el auto. — Digo en tono de orden.
— No hasta que nos digas que pasa. — Se cruza de brazos Christian.
Entonces me doy cuenta de que tenía ganas de vomitar, ellos se miraban demasiado cuerdos como para haber ingerido alcohol.
