Todo por ti (Diakko♥)

Cap. 80

Narradora Pov

Flashback

—¿Como te hace sentir eso? —Le pregunto una Kaiser de cabello blanco y orejas grises.

—Me abandonaron. ¿Como debería sentirme con eso? —dijo decaída la siguiente en la línea sucesora del liderazgo de los Kaiser del Oeste.

—¿Puedo saber la razón?

Diana, negó con la cabeza.

—Si te lo digo, también me vas a dejar de hablar.

La Kaiser, sonrió ligeramente mirándola con cariño.

—Si eso crees, entonces no me lo digas. Pero... cualquiera cosa... quiero que sepas que yo... estaré para ti.

Diana, le devolvió de manera débil la sonrisa y agradeció con un leve asentimiento. Sus ánimos se encontraban por el suelo después de que sus amigas la atacaran aquel día que iba a darle el regalo de cumpleaños a la humana que conoció hace aproximadamente tres años.

Sebastián, la miro desde arriba con curiosidad. Sin duda, para ella es un poco sorprendente ver a la siguiente líder sentada de una manera no elegante demostrando su desanimo y cero ganas de jugar.

—¿Como estas tu? —Pregunto Diana, sin dirigirle la mirada.

—Mi madre sigue despreciándome porque no logre mantenerme en la academia de combate como mis hermanos.

—Lamento eso —susurro.

—No te preocupes. Encontrare algo más que pueda darme el estándar de vivir.

—Podrías vivir conmigo —propuso, con sus orejas aun caídas y su mirada fija en sus manos que acarician la hierba.

—Gracias por el ofrecimiento, pero no lo aceptare.

—¿Por qué no? —Consulto confusa, volteando a verla.

—Quiero sobrellevar por mi cuenta lo que me impide formalizarme con los demás.

—No sabias que podías utilizar palabras "complicadas" —le dijo de manera burlona, sonriendo suavemente.

Sebastián, rio con sutileza y aprovecho ese pequeño aire de ánimo para tomar el valor necesario y sentarse a su lado a disfrutar por más tiempo del acompañamiento de la otra.

—No te acostumbres.

—Ellas rompieron las promesas.

—¿De siempre ser amigas?

Diana, asintió.

—Creí que me apoyarían.

—A veces las cosas nunca se cumplen como uno las dice.

Diana, la miro de reojo, notando su sonrisa media en sus labios.

—Parece que tus palabras llevan experiencia.

Sebastián, volteo a verla sonriendo ampliamente.

—Algún día, te contare esa historia.

La siguiente líder de los Kaiser, asintió. Un silencio cómodo se apodero del momento por unos largos minutos que fueron disfrutables. El paisaje en esa tarde era conmovedor. Las hojas del árbol que le daba sombra, se movían de un lado a otro por la suave brisa que regalaba una tranquilidad y paz inexplicable para la rubia.

Ella, decidió no decir alguna palabra para no arruinar el momento. Sin embargo, Sebastián, dijo unas que... no esperaba para nada. Dejándola totalmente sorprendida.