Narradora Pov
—Abre con pesadez sus parpados lentamente, sintiendo pequeños golpecitos en su pecho que lastiman sus heridas—
Diana, soltó un pequeño quejido divisando con dificultad al pequeño Dylan en ese lugar, quien le dedico una sonrisita y menear de su cola al sentir su mirada en él. Su mente de inmediato dio muchas vueltas, rememorando todo lo ocurrido la noche anterior. Asustada, levanto apresurada la mirada topándose de inmediato con la seriedad y tristeza de su reina, quien ha estado observándola con atención desde que despertó.
Diana nuevamente observo a Dylan agarrar y tirar de su camisa. Akko, estiro su mano y con delicadeza la poso encima en la mejilla de la líder. Esta contemplo el amanecer en su ventana, pensando en las pocas horas que ha descansado y el cansancio que aún conserva. Sutilmente la reina deslizo las yemas de sus dedos sobre la piel, examinando esas pequeñas cortadas cerradas.
Diana, no se atrevió a decir una palabra por la vergüenza y miedo que la consume. Probablemente su reina se encuentre muy enojada después de haberla abandonado en la reunión, aparte de haber rechazado su tacto.
Irse... ¿Fue un error?
Lo que recuerda fue haberse caído por un acantilado luego de correr por una hora teniendo su mente en las nubes. Sin percatarse, ya se encontraba dando vueltas a una velocidad que le costaba frenar en ese estado, y cuando toco el final de aquel precipicio, percibió que sus brazos, piernas, abdomen y rostro se hallaban lastimados. El ardor era soportable, nada comparado con el sufrimiento obtenido en sus entrenamientos anteriores. Sin embargo... ¿Dónde estaba?, ¿A dónde había ido? Y lo más importante, ¿Que era ese olor a pulcro?, ¿Acaso el lodo y la tierra húmeda tienen ese aroma? Por qué no lo recuerda así.
—Buenos días, me alegro que este de vuelta —dijo Akko, rompiendo ese silencio incomodo y.... frio, pero Diana, no respondió y guio su mirada una vez más a los ojos de su reina, sin saber que contestar.
¿Debería disculparte?, ¿Ella lo aceptaría?, ¿O cuando abra sus labios le haga un sin fin de preguntas con respecto a lo dicho en esa reunión?
—Lamento...
—No hace falta —interrumpió, dibujando una sonrisa tenue en sus labios.
Diana hizo una mueca dudosa, arrugando un poco su entrecejo. Akko, se limitó a sonreír un poco más, continuando con las caricias en la mejilla de su líder lastimada. Diana poso su mano encima de la que se encuentra en su rostro, quitándola despaciosamente para después, apartar a Dylan acomodándolo en el centro de la cama con algo de esfuerzo debido al ardor y dolor que aún perduran en sus heridas.
Akko observo sus acciones con detenimiento y preocupación, manteniéndose quieta en su lugar. Espero pacientemente a que terminara para que la volviera a ver, sin embargo, la vista de la líder se dirigió nuevamente al gran ventanal con cortinas blancas que se mueven al compás de la suave brisa del amanecer que entra en la habitación.
Pasaron unos minutos en silencio en donde Dylan, se dedicó ahora a estar en el pecho de su otra madre. Akko, pensó al inicio que su hijo quería desayunar, pero luego de sentir pequeños tirones de su camisa de tiras y no cerca de sus senos, comprendió que su motivo no es el que imagino.
La mano fría de Diana en la piel descubierta de su hombro llamo su atención, mirándola con leve sorpresa y curiosidad, notando su cercanía y sintiendo su calor corporal debajo de la sabana que arropa su cintura y oculta sus piernas.
Con lentitud y sutileza, Diana, deposito un beso en la frente de su reina, causando que los sentimientos de tristeza, preocupación y temor, volvieran a hacerse presentes. Akko, arrugo la camisa de la líder y la atrajo un poco hacia ella; teniendo cuidado de no asfixiar a Dylan que aun juega en su pecho.
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Todo por ti (Diakko♥)
RomanceLos Kaiser son una raza de Lobos que pueden tener una forma media humana y cambiar su apariencia en un animal completo. Hace mucho tiempo una de las lideres los Kaiser perdió a un ser preciado a manos de un humano, ella retomo su lugar y prometió ve...