Todo por ti (Diakko♥)

Cap. 55

Diana Cavendish Pov

Flashback

—¿Por qué me están siguiendo?

—¿Por qué escapas?

—¿Es verdad lo que dicen?

—Aprieta sus puños—. Si lo hubiera descubierto antes… ¡No ocurriría lo que está pasando! —exclamo con enojo—. ¡Una humana! ¡¿Enserio?! Los humanos son considerados nuestro mayor enemigo hace mucho tiempo. ¡Nos cazan!

—Baja sus orejas, evitando verme—

—Y lo peor, es que tu madre lo acepte —cruza sus brazos, refunfuñando entre dientes.

—Mi decisión, no las incluye a ustedes.

—Ríe, mirándome con enojo—. ¿Estas, segura? Cavendish. ¡Nuestros padres están allá en tu hogar discutiendo de lo que posiblemente nos lleve a la ruina y cree un conflicto entre nuestras tierras!

—Diana… —hablo Barbara, acercándose lentamente—. Si nos deshacemos de ella, las cosas se calmarán.

—Frunzo el ceño, con una expresión de asombro y molestia—. ¿Bromeas? ¿verdad?

—Niega con la cabeza—. Podemos encárganos. 

—Mi padre —hace una pequeña pausa—, la quiere muerta. Todos… desean ver a la siguiente al trono de Benum, sin vida —pasa a mi lado—. No te interpongas, y déjanos acabar con lo que iniciaste.

—Todo volverá a la normalidad, después. Lo prometo —sonríe ligeramente, situando su mano en mi hombro—. ¿Somos amigas? ¿no?

Matar… a la princesa de Benum, traería muchos beneficios a mis… tierras, pero…

—No lo permitiré —murmure, apretando con fuerza mis puños y manteniendo mi cabeza baja.

Las nubes oscuras encima de nosotras, estando en el bosque donde normalmente iba a verla, empezaron a dejar a escapar la lluvia que se aproximaba. Mojando nuestras vestimentas y empapándonos en cuestión de escasos minutos.

Levante la mirada, observándolas con molestia y nerviosismo. Posicionándome al frente de ellas cuando la princesa se encontró a unos kilómetros lejos de mi ubicación, esperando mi llegada en este mal clima. Sin embargo, ella en ningún momento pudo vernos, y aunque lloviera, vino a toparse conmigo, porque hoy... era un día especial.

Tenia planeado entregarle su regalo de cumpleaños número diez. En la palma de mi mano escondida detrás de mi espalda, cargaba un pequeño obsequio envuelto en una caja rectangular de color gris con bordados dorados.

—¿Sabes lo que está en juego? —susurro Barbara—. ¡¿Acaso no consideras lo que está pasando?! 

—Nos perderás… Diana —aclaro Hannah, mirándome con preocupación.

Una amistad de años… por un amor a primer latir.

—Entonces… que así sea.

Las dos… me miraron con sorpresa e impacto, retrocediendo un paso cuando gruñí en amenaza, dispuesta a dar defender a la humana que enamoro mi corazón.

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Recuerdo que Barbara trato de detenerme, mientras Hannah se dirigía a buscarla. Una orden muy clara que le dio su padre, para acabar con la controversia que comencé ante mi declaración pública.

A Barbara, la deje inconsciente sin crearle un rasguño grande, golpeando simplemente su cabeza para después, correr hacia Hannah, deteniéndola a unos kilómetros. Recuerdo los gritos anteriores de Barbara, pidiendo en suplicas que dejara de forcejear y simplemente aceptara lo que sucedería. Sin embargo, no lo acepte, nunca lo haría; nunca las perdonaría si le hubieran tocado un cabello.