Narradora Pov
Dos... tres... cuatro horas, estuvo Diana de pies esperando que le dieran la entrada para ver a su reina y.... hijo. Sin embargo, mientras el tiempo avanza, cada vez es más notoria su falta de paciencia, teniendo aun los nervios de punta e inquietud causándole estragos en su cuerpo, sentidos y pensamientos.
¿Y si algo salió mal y por eso demoran? ¿Acaso se excedió con las larvas? No, su madre bien dijo que eso ayudaría en el organismo del cachorro para que nazca saludable.
¿Qué haría su progenitora en este momento? Cuando embarazo a su progenitor... o más bien a una mujer Kaiser de sangre pura escogida por ella, la cual sintió una atracción casi inmediata al ser presentada con otras, ¿Que hizo?
Con sus ojos cerrados y espalda apoyada en la pared cerca de la puerta, siguió esperando, dejando sus deberes y responsabilidades a un lado. En su mente, no puede dejar de escuchar esos gritos de Akko que clamaban amenazas hacia su persona cuando todo acabara. Sin embargo, eso se detuvo en tan solo una hora, preocupándola de no volver a oírla y quedar todo... en completo silencio.
El personal del palacio, se encuentra enterado de la situación pasando algunos guardias frente a la enfermería en espera de buenas noticias. Uno de ellos, acerco despaciosamente una silla en dirección a su líder, ofreciéndole que se asentara luego de estar parada por mucho tiempo. Diana acepto, agradeciéndole educadamente. Bajo su cabeza, volvió a cerrar sus parpados y cruzo sus piernas y brazos, aguardando con cierta impaciencia que se hace más notoria.
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Abrió con cansancio sus ojos admirando el sol del atardecer entrar por la gran ventana de su hogar. Levanto sus orejas al escuchar la puerta abrirse poniéndose de pies enseguida, observo con inseguridad a la enfermera quitarse unos guantes transparentes. Ella le dedico una sonrisa tranquila tratando de calmar sus dudas, sin embargo, su ligero temblar en muestra de desesperación, le aseguro que su acción no tuvo el resultado deseado.
—Puede pasar, pero en este instante la reina se encuentra dormida —hace espacio en la entrada, para que la líder acceda al lugar.
Sin embargo, Diana se quedó estática virando a ver la puerta con nervios. Tanto tiempo esperando y ahora no se atreve a dar un paso. Su cuerpo no responde y sus manos sudan imaginándose lo peor.
¿Una humana puede soportar el parto de un cachorro Kaiser? No debe haber diferencia, ¿verdad?
Suspiro pesadamente cambiando a un semblante neutral, relajando sus sentidos y pensamiento. Sin embargo, en el momento de ingresar una serie de pregunta llegaron a su mente, abrumándola y asustándola, causando que se diera la vuelta decidida a retirarse, pero siendo detenida por un agarre en sus brazos que reconoció al instante.
Parpadeo sorprendida, mirando con confusión a la Kaiser de cabello de ondas naranja con mechones anaranjados oscuros en las puntas, teniendo unos orbes color miel y ojos almendrados, sonriéndole ligeramente con una libreta sostenida en su mano derecha que sujeta firmemente su brazo izquierdo.
—Tengo noticias nuevas, pero esperare pacientemente a que termine —la suelta retrocediendo dos pasos, poniendo su cuaderno frente a sus piernas.
Emma, hizo una reverencia para después tomar asiento en una de las sillas dentro de la enfermería, cerrando sus parpados en señal de paciencia y consideración. Diana, observo sus acciones dando un leve asentimiento, volteándose para seguir con su camino adentrándose en los pasillos. Las enfermeras que se hicieron cargo del parto, la guiaron a la sala en donde se encuentra el cachorro, aclarándole una vez mas que la reina se halla descansando.
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Todo por ti (Diakko♥)
RomanceLos Kaiser son una raza de Lobos que pueden tener una forma media humana y cambiar su apariencia en un animal completo. Hace mucho tiempo una de las lideres los Kaiser perdió a un ser preciado a manos de un humano, ella retomo su lugar y prometió ve...