Cap. 28

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Lotte Yanson Pov

—Mi reina, ¿Desea que la acompañe? —pregunto, Frank ofreciéndome su mano.

—No es necesario. Cuida de mi reino, por favor —ordene amablemente con una sonrisa ligera.

Me encuentro lista para ir a las tierras de Benum. Agarre el volante de mi vestido de color amarillo sin mangas, cuello en forma de uve y diseños de flores negras en la falda, lo levante un poco y subí al vehículo con cuidado. Mire por la ventana la sonrisa orgullosa de Frank, al dejarle una orden de suma importancia; igualmente, es parte de su trabajo. Suspire aliviada cuando empezamos a movernos, perdiéndolo de vista completamente. Los niños de mi reino que vieron el auto salir de mi palacio, alzaron su mano derecha despidiéndose, sonreí agradecida y recosté mi espalda en el respaldo del sillón, exhalando suavemente.

Llevo puesta en mi cabeza la corona que uso siempre para salir de mi palacio; la extravagante se queda guardada en uno de los lugares más seguros de mi hogar. Mi tiara posee diamantes diminutos incrustados a los costados, dándole brillo extraordinario cuando es expuesta al sol, la diadema de mis amigas es casi igual, lo único que cambia es el diseño y colocaciones de las joyas. Anteriormente, cuando era una niña de diez años, usaba una cinta azul en mi cabeza para dividir mi cabello, mis lentes eran más grandes y redondos con un aumento algo fuerte; mi dificultad de ver sin ellos es mucho al tratarse de una distancia más lejos que mi brazo, sin embargo, desde cerca puedo divisar un poco.

Dejé de usar el listón azul a mis quince años, reduje un poco el tamaño de mis gafas; agregándole un marco de color rojo a la mitad. En esta ocasión llevo los lentes con marco amarillo, para que combinen con mi vestimenta. Mis padres nunca estuvieron en desacuerdo de ese pequeño cambio, lo que no le gusto a mi progenitor fue que, cortara mi pelo hasta mis hombros; necesito un corte ahora que recuerdo. El calor del verano es sofocante, y mantener el cabello suelto no me gustaba para nada, mi padre no me dejaba amarrarlo porque siempre le gustaba verme de esa manera; adorable y bella. Mis pecas son lo único que no pude cambiar; es obvio que no podría. Estas se despliegan en mis mejillas, puente nasal y partes de hombros.

Barbara...es una Kaiser de pelaje gris, blanco y negro con mechas azules, una combinación muy extraña a mi parecer, pero peculiar e inimitable, sus orejas y cola tienen una mezcla de esos colores. Su animal es asombroso y tierno ante mis ojos, el comportamiento y personalidades la hacen más magnifica, sin embargo, aun siento que me faltan cosas por aprender de ella, su pasado es uno de muchos. Debería hablar de esos temas cuando consiga un poco más de su confianza, por ahora me mantendré al marguen con mis responsabilidades actuales y la situación presente. Los Baristar han demostrado ser una amenazada para los humanos y Kaiser. Y aun desconocemos que alianza los estarán ayudando en sus acciones devastadoras, sinceramente la información es un poco escasa, no obstante, sus motivos dan a relucir con detalles lo que desean.

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Después de un viaje de una hora, llegue a las tierras de mi amiga y admire a través de la ventana las bellezas que están poseen. Los habitantes permanecen en sus puestos de trabajos, otros están cargando materiales o en familia. Me pregunto... ¿Barbara habrá llegado? La vez pasada llego unos minutos después, y antes, cuando acordamos vernos luego en ese día que visito imprevistamente mi palacio, no pudimos; la carta de Akko fue enviada y tuvimos que mantenernos en nuestros reinos por si una posible amenaza atacaba.

Una vez que el vehículo se estaciono, salí con sutileza, agradeciendo a mi escolta por ayudarme. Seguidamente las puertas del palacio fueron abiertas anunciando mi llegada, entre con una postura firme, observando mis alrededores al personal trabajando con tranquilidad, sin embargo, hay muchos Kaiser en compañía de algunos guardias; antes esto no estaba así, ¿De dónde salieron?

Todo por ti (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora