Cap. 52

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Diana Cavendish Pov

—Buenas noches, Sebastián —dije admirando a la mencionada abrir con pesadez sus parpados estando dentro del vehículo.

Hace una hora un medicamento le fue inyectado, reduciendo su alta fiebre y disminuyendo el dolor físico de las mordeduras y rupturas, encargándose los enfermeros en vendarla casi todo el cuerpo al desinfectar estas heridas. Sin embargo, ha perdido mucha sangre debido a unos proyectiles incrustados en sus hombros y piernas. La humana hizo un buen trabajo en retirarlos y curar esas zonas, pero aún necesita estar en cuidados y bajo mi vigilancia. No obstante, creí que despertaría hasta mañana, me sorprende el hecho que lo hiciera en este momento.

—¿M-mi líder...? —pregunto desorientada, mirándome con dolor y tristeza.

—Es una suerte de que sigas con vida, has estado desaparecida por dos meses —recordé, manteniendo mi mirada sobre la suya— Personalmente hice una búsqueda ante tu perdida, sin embargo, no encontré un rastro anterior que me guiara a donde te encontrabas. Dime, ¿Recuerdas algo?

—No responde, observándome con confusión—

Levante una ceja, viéndola pacientemente con mi codo apoyado en el brazo de la puerta. Su cabeza se halla recostada en las piernas de una Kaiser enfermera que fue escogida por mi persona para que viniera en mi compañía por si necesitaba ser atendida.

Sebastián, empezó a toser y quejarse, siendo acariciada y aconsejada de inmediato por la médica.

—Respira lento... Inhala y exhala... —susurra, apartando algunos mechones blanco de su rostro.

Sebastián, agarro las manos de la enfermera y las restregó en su rostro con delicadeza, dándose consuelo. La Kaiser se sorprendió ante tal acción, comenzando a hacerlo por su cuenta, entregándole ese cariño y consolación a su paciente.

Volví mi vista a la ventana, suspirando suavemente mientras contemplo algunos animales correr en las praderas.

Sinceramente, me siento ansiosa de volver a mi palacio y visitar a mi reina. Lastimosamente no tuve la oportunidad de conversar con ella antes de mi retirada, pero espero se encuentre en buen estado. También, me gustaría congeniar un poco más con... mi hijo, aun no me acostumbro a llamarlo de esa manera, y ahora que lo pienso... ¿Qué nombre tendrá? En todo este tiempo no he tenido una idea al respecto, dejándolo pasar, pero Akko supongo que debe tener uno para él, o eso creo.

—Ha-habían... As... Aslandar —dijo con dificultad, respiración por su boca.

¿Aslandar?

—Volteo interesada y confundida a verlo—. ¿Qué más?

—Hu-humanos... M-me encerraron y go-golpearon para qu-que e-entrara a una ja-jaula —suelta un quejido, agarrando sus costillas quebradas—. Ma-mataron a o-otros fr-frente a mi... S-se ri-rieron y di-divirtieron des... despellejándolos —hace una pausa, tomando su tiempo para agarrar un poco más de aire—. Pe-pero... no m-me asesinaron. E-escuche a a-algunos ha-hablar sobre una ve-venta.

—Frunzo el ceño—. ¿Como escapaste?

—Ba... Baristar... E-ellos... me a-ayudaron.

¿Que...?

—¿Baristar...? —susurro asombrada, bajando la mirada.

Hace un año ocurrió un encuentro contra las tierras de los Baristar, ¿Entonces... por qué...? Es confuso, no entiendo sus motivos, pero me hacen creer que deben estar relacionados con esto de las cazas.

—E-eran mu-muchos...

La cantidad que me dijo Emma, es cierta. Sin embargo, no todos provienen de mis tierras. Supongo que las de Barbara y Hannah continúa pasando lo mismo, lo consultare después. Con esta información podre mandar a mis investigadores al reino de los Aslandar, y espero que dentro de tres semanas me llegue una nueva noticia que me sea de ayuda de las tierras del antiguo y fallecido rey Andrew.

Todo por ti (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora