Cap. 8

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Narradora

Frente al gran líder de los Aslandar, un lobo de pelaje blanco y largo con garras y colmillos afilados demuestra una mayor autoridad y fuerza, provocando que el gran león se inclinara antes el ser que desprende un aura de poder y superioridad, no obstante, el Aslandar creyó que con rendirse no tendría que enfrentarse contra la líder de los Kaiser del Este, sin embrago, él nunca pensó que había despertado algo...dentro de ella que mantenía oculto y ahora se mostraba.

Diana, dejo de retener a esa bestia que pedía a gritos salir y ahora su autocontrol, estaba perdido. Enseño sus grandes dientes y gruño de rabia, el león agacho más su cabeza tocando el suelo y arrepintiéndose con palabras y acciones.

—Reina Atsuko—llamo Barbara.

— ¿Qu-qu-que sucede? —pregunto Akko asustada, nerviosa, sorprendida y confundida.

Todas esas emociones recorrieron en ese instante que vio por primera vez después de tanto tiempo, la transformación de su actual pareja.

— ¿Cuándo fue la última vez que viste a Diana de esta manera? —dijo con curiosidad y cierto enojo.

—N-no lo sé, qu-quiero decir, cuando estuve en su palacio jamás se convirtió, no al frente de mi—aclaro.

Barbara, arrugo su frente y coloco una mano en su mentón analizando las palabras de la reina, la Kaiser del Norte teniendo en cuenta con anterioridad lo que sucederá, no le tomo mucha importancia, hasta ahora, que sintió ese aura y noto que algo no estaba bien.

El Aslandar al percatarse de la furia del Kaiser, se levantó y preparo para defenderse, sin embargo, el primer ataque que recibió sucedió unos segundos antes que pudiera recomponerse. Los dientes ajenos se clavaron en su hombro y arrancaron un gran pedazo de este, la sangre broto en la arena manchando la hierba y un rugido grave de total dolor fue exclamado.

Diana, manteniendo aun el pedazo arrancado entre sus dientes, lo soltó y su hocico ensangrentada dio una vista desagradable para el personal del palacio que se encuentran observando a una distancia lejos. Nuevamente ella ataco y Harald trato de frenarla, pero su cuerpo animal fue levanto por unas garras que penetraron su estómago y estando unos momentos en el aire unos dientes mordieron su hombro lastimado y después fue estrellado contra el suelo sin piedad.

El líder de los Aslandar escupió una gran cantidad de sangre y agarro con fuerza el brazo que le impide levantarse, Diana gruño y enterró más sus uñas a la dura carne y mordió con fuerza la zona afectada, Harald rugió otra vez y comenzó a pedir ayuda a los Aslandar que lo escoltaron hasta el reino, pero ellos consumidos por el miedo, no se movieron de sus lugares y la esposa de Harald se encuentra más que aterrada.

El león con sus últimas fuerzas aparto al Kaiser creándole una herida en su brazo con sus uñas largas, esta retrocedió y miro lo que hizo, alimentando más a su bestia de enojo y sed de sangre. No demoro mucho en volver a atacar y nuevamente enterró sus dientes en el hombro herido del león, volviendo a dejarlo en el suelo, otra vez Harald rugió y cuando el brazo de este comenzó a ser desprendido de su cuerpo por las fuertes mandíbulas, la líder de los Kaiser del Norte arrugo su frente y una inquietud apodero sus sentidos, cayendo en cuenta que, Diana, no se detendrá hasta asegurarse que el líder de los Aslandar deje de respirar.

—Lo matara—comienza a desabrochar su saco.

— ¿Que? —pregunta Lotte aterrada.

— ¡D-de seguro parara! Ti-tiene que soltarlo ¿No? —dice Akko inquieta.

—No lo hará—aclaro.

Barbara, despojo su camisa y saco quedando solamente en un brasier estilo top ajustado, la reina Lotte al verla de esta manera y examinar su cuerpo bien trabajado, no pudo evitar sonrojarse y desviar la mirada avergonzada, en cambio, Akko se encuentra nerviosa mirando lo que esta haciendo su pareja.

Todo por ti (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora