Cap. 33

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Hace una hora y media atrás...

Narradora Pov

—¡Cavendish! —grito Hannah.

La líder del Sur, miro desvanecer a la líder del Oeste, antes que cayera de rostro en el suelo, la sujeto, cargándola en peso. Para sorpresa de todos, los Baristar en el entorno al ver a su jefe sin vida en las frías baldosas con pedazos de techo encima, siguieron peleando.

—¡Aunque el líder muera! ¡Nuestra lucha continuara! —exclamo el comandante, volviendo a pelear contra los Kaiser en pie.

La reina de Benum, trato de acercarse, pero una mano sujeto su brazo, impidiendo esa acción. Miro confundida a su amiga, topándose con su semblante de preocupación. Aparto la mirada y apretó sus puños, sintiéndose impotente ante la situación actual, sin embargo, no iba a dejar que ese sentimiento la controlara e hiciera que salieran palabras descuidadas de sus labios; palabras que no ayudarían y preocuparían a la gran mayoría. Ella... no se rebajaría a ese nivel, siempre encontraba una manera para resolver los problemas; siempre hay algo que hacer.

Un gruñido grave, fuerte, rotundo y manipulable, alerto a todos los Baristar y Kaiser presentes retrocediendo en el instante, ese sonido también llamó la atención de las reinas. Hannah miro con extrañes el cuerpo que sostiene en sus brazos, observando su ceño fruncido, ojos cerrados y colmillos perforadores de la líder del Oeste. Desconcertada, la fue soltando lentamente, y en un movimiento rápido, repentino y brusco, su espalda golpeo contra el suelo y dos manos en sus hombros la aprisionaron, causando demasiada presión. Hannah gruño de rabia y dolor en respuesta, agarro sus brazos y opuso fuerza, creando que temblaran mutuamente por la fortaleza en ambos cuerpos.

Las reinas miraron sin palabras el comportamiento y reacción imprevista de Diana. La reina Sucy enseguida cambio su semblante a uno curioso, entrecerró sus ojos y coloco una de sus manos en la barbilla, analizando profundamente la condición presente. Hannah, logro levantarse y apartarse de Cavendish. Su pulso es acelerado, al igual que los palpitantes latidos de su corazón, un pequeño hilo de espuma escapo por la comisura de su labio en el momento que abrió su boca para enseñar sus colmillos carnívoros.

—Es una droga —hablo Sucy, citando a las demás a verla.

Avery: ¿Qué quieres decir?

—Voltea a verla—la jeringa, debió contener una droga que está estimulando su sistema nervioso central y el cerebro. Las neuronas que componen estas medicinas para personas con una vida miserable y sin inteligencia alguna, actúan como interruptores que controla el flujo de la información. Si una neurona recibe suficientes señales de otras neuronas con las cuales está conectada, se enciende y envía su propia señal a otras neuronas del circuito. En otras palabras, la droga interfiere con la forma en que las neuronas envían, reciben y procesan las señales que transmiten los neurotransmisores.

—Quieres decir que la droga genera en el circuito de recompensas de su cerebro, hiperactividad. Uno de los más importantes que está afectando gravemente seria: La corteza prefrontal. Ella, dirige la capacidad de pensar, planificar, resolver problemas, tomar decisiones y controlar sus propios impulsos —concluyo Lotte, dirigiendo su mirada hacia Akko—. Los cerebros de los Kaiser son iguales ¿Verdad?

—Lo son, pero si se trata de una droga, funciona de una manera distinta en su organismo —cruza sus brazos y mira a Hannah, colocando el hueso de su hombro salido en su sitio—. No sabemos cuál de todas usaron en ella y es obvio que es la primera vez que experimenta este tipo de cosas. Dependiendo de la droga utilizada podremos encontrar una solución, pero lo más acto en estos momentos es cansarla, hacer que use toda la adrenalina que corre por sus venas —gira su cabeza, viendo a Lotte—. Tenemos que hacer que la utilice contra los Baristar.

Todo por ti (Diakko♥)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora