⛈🏫-It's you

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"Y tomar tu mano esa tarde de lluvia resultará ser lo mejor que me ha pasado"



Desde la primera vez que lo había visto y sus miradas se encontraron había caído rendido a él, su forma tan excéntrica de ser y vestir le habían llamado como el canto de una sirena a los avariciosos piratas que se atrevían a pasar por sus territorios, pero no podía hacer nada y tampoco es que quisiera evitarlo, se había enamorado y aunque al principio intento no acercase por miedo a que lo dejara al ser completamente diferentes, porqué mientras el chico que le robo el corazón era extrovertido y divertido él era tranquilo y se limitaba a hablar solo con aquellos que le caían bien, estaba seguro que lo consideraría aburrido y lo mandaría a la mierda al primer instante.

Pero hubo un día decisivo en esa historia, un día en el que el muchacho de cresta había estado todo el día apagado y sin ánimos, él se había dado cuenta, lo había observado desde su asiento al otro lado del salón de clases y supo al instante que algo andaba mal.

En el transcurso de las clases había comenzado a llover y con el paso de las horas la lluvia solo se hizo más y más fuerte, a la hora de salida la mayoría de los padres o familiares habían ido a recoger a sus hijos, sobrinos o al joven que estuviera a su cuidado. Algunos habían sido la excepción y mientras una parte se iba con uno de sus amigos, había otros que se tenían que quedar a esperar a que la lluvia se calmara un poco para que sus libros no se empaparan, Viktor y Horacio formaban parte de ese último grupo.

A lo lejos lo vio sentado en el piso de uno de los pasillos recargado a los casilleros mirando hacia afuera de la escuela, suspiró y tomó el poco valor que pudo encontrar para acercarse y sentarse a su lado sintiendo instantáneamente la mirada contraria sobre el.

—¿Tampoco hubo alguien que viniera por ti?—Inicio la conversación regresándole la mirada.

—No—Respondió secamente volviendo a ver al exterior.

—¿Que sucede?

—¿De que hablas?

—Eres la persona más animada que he conocido en mi vida pero hoy has estado todo el día apagado, no te vi sonreír ni una sola vez.

—¿Me has estado observando todo el día?—Preguntó frunciendo el ceño volteándose hacia el.

—E-eh claro que no, m-me refiero a que... fue un cambió totalmente notable para cualquiera del grupo y seguramente también para tus amigos—Desvío la mirada nervioso, si analizaba lo que había dicho antes si que sonaba raro y hasta podría parecer un acosador.

—Ya... pues nadie había preguntado nada hasta ahora, parece que eres muy observador eh rusito—Habló un tanto divertido después de ver esa reacción que había tenido y cambió su postura apoyando uno de sus codos en su rodilla derecha y apoyando el mentón en su mano, acción que solo logró poner un poco más nervioso al ruso, su valentía se estaba yendo poco a poco a la basura.

—Si e-eso creo... bueno, eh... me contarás o prefieres que te deje solo—Prefirió intentar terminar rápido la conversación antes de quedar en vergüenza.

—...No te lo diré... pero tampoco quiero que te vayas—Eso último había tomado por sorpresa a Viktor que automáticamente su cuerpo reaccionó haciendo notable un tono rosado en sus mejillas.

—Está bien...supongo—Le miró de reojo evitando verlo directamente y que en consecuencia notara el sonrojo en su rostro, pero claro que la había notado su piel era demasiado pálida como para no hacerlo, solo que el chico de cresta prefirió no molestarle, por el momento.

Suspiró recobrando su postura anterior con la vista clavada a las afueras de la escuela.

Sus manos estaban a los costados de su cuerpo quedando muy cerca de las propias del peligris que al notarlo aumentó su nerviosismo, tomó un profundo respiro para tranquilizarse. Si el chico le había pedido que no se fuera era porque en verdad no la estaba pasando muy bien y aunque él no fuera uno de sus amigos intentaría mostrarle su apoyo.

En un arranque nuevo de valentía que no supo cómo es que estaba teniendo tanta en un mismo día, posó su mano sobre la del otro, dejándola solamente ahí, se estaba arriesgando a que lo apartara de un puñetazo o en las mejores circunstancias decidiera tomarla, sorpresivamente sintió como el contrario dio vuelta a su mano entrelazando sus dedos.

Esa reacción lo había aliviado y dado pánico al mismo tiempo y en la misma magnitud, se había estado mostrando tranquilo a lo largo de la conversación pero estaba seguro que en cuanto llegara a su casa se pondría a brincar de la emoción.

Se quedaron en esa posición por un largo rato con solo el sonido de las pequeñas gotas de agua impactar contra el suelo y el ruido de los coches pasar por las calles, no había nadie que les interrumpiera solo ellos dos ahí tomados de las manos.

Poco a poco el moreno dejó caer su cabeza sobre el hombro del peligris tomándolo desprevenido pero no se opuso en ningún momento, observó cómo cerraba sus ojos y se movía para acomodarse mejor.

—Gracias...—Murmuró rompiendo el silencio pero manteniendo ese ambiente tranquilo.

—¿Por qué?

—Por ser el primero en preguntar...

Luego simplemente se quedaron así, juntos, disfrutando de la compañía y la comodidad de la situación. No supieron cuánto tiempo paso para que la lluvia parara, pero solo se alejaron cuando vieron la noche empezar a caer. Cada uno se fue a su respectivo hogar, con la promesa de volver a hablarse.

Quien sabe, quizá después de eso se formo una linda amistad y tal vez con el tiempo surgió algo más, algo que va más allá y que con solo un roce hiciera latir sus corazones desbocados, que el juntar de sus labios los llevara directo al cielo.






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"Volkacio AUs - One shots"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora