"Volkacio AUs - One shots"

❤️🕹-GTA en RV (2)

"Francotiradooor"

—¡Camilo!

—Hay no... la puta madre—Murmuró tenso. Cerrando los ojos y quitándose el casco de realidad virtual esperaba pacientemente por aquel sermón, ya sabía quien era.

La puerta de su habitación se abrió dejando paso a su hermana y justo detrás de ella aquella persona tan esperada: Viktor.

—Mucha fuerza hermanito—Le animó Valentina antes de irse nuevamente y dejándolo ahí solo con un Viktor aparentemente molesto, seguramente querría machacarlo, apuñalarlo, degollarlo y destriparlo hasta que muera lenta y dolorosamente.

Hicieron contacto visual por algunos segundos donde el moreno casi podía jurar ver sus agrisados ojos azules inyectados en sangre.

Sentía que estaban en un tipo de duelo del viejo oeste donde en cualquier momento empezarían a darse de tiros, y con justa razón pues había traicionado un pacto de amigos.

—Camilo...

—Viktor...

—Camilo.

—Sí, ese es mi nombre...

—¿En serio? Yo creí que te llamabas maldito perro traicionero—Enfatizó la última palabra recalcándole más el porqué de su presencia ahí.

—Tranquilízate, todo tiene una explicación lógica.

—¿Ah sí?—Se cruzó de brazos—Estoy esperando que me la digas.

—Lo que pasa es que Horacio me chantajeó.

—¿Te chantajeó?

—Sí, me chantajeó—Imitó su postura—Me ofreció comprarme dos helados del puesto de la señora María, no uno, DOS, a cambio de que hiciera un personaje... y bueno, no pude decirle que no.

—Me estas diciendo que rompiste un pacto conmigo simplemente por dos helados—Incrédulo se acercó al pelinegro que en reacción retrocedió la misma distancia.

—Escucha, que solo fue una clasecita, no es para tanto—Se encogió de hombros rogando internamente que Valentina volviera.

—Me hiciste pedir por un francotirador, ¡un francotirador!, creí que éramos amigos Camilo—Ahora indignado se dejó caer en la cama de su (ex) amigo.

—Que somos amigos, a ver, que aún puedes ofrecerme tú algo para que el pixel Camilo la cague y pixel Horacio se aleje—Dejó caer con la esperanza de darle la vuelta a las cosas y conseguir algo bueno en lugar de una patada.

—¿Quieres chantajearme para que yo te chantajee?—Lo miró con una ceja alzada.

—Eh... no... yo jamás haría eso... pero si tú quieres, a ver, si tú me quieres ofrecer algo para hacer ajustes en mi trato con Horacio pues no me negaré...

—Mmm ¿que quieres?

—Algo sencillo, no soy muy exigente, ¿qué tal una caja de chocolates?

—Está bien, de acuerdo, mañana te la doy—Aceptó poniéndose de pie.

—¡Perfecto! Si son de la marca ferrero mucho mejor.

—Vete a la mierda. Eso me cuesta un puto ojo de la cara. Te voy a dar chocolates confórmate con eso.

—Bien... pero que estén buenos o cumpliré a medias.

—Vale, trató hecho. Para cuando te dé los chocolates quiero que esto de Camilo se acabe—Caminando a la puerta avisó con fingida seriedad.