💘🌌-San Valentín

63 12 0
                                    

"A veces el mejor regalo en estar con la persona especial, en un lugar especial, viviendo un momento especial"





El tono de una llamada entrante no paraba de sonar; el teléfono de Horacio vibraba una y otra vez siendo ignorado por su dueño.

No era a propósito, se había quedado dormido (casi desmayado) en el césped de aquel gym en la playa después de ese día tan pesado emocionalmente que había tenido.

Sin embargo, hay alguien que no era ajeno al sonido del teléfono que ya había parado de sonar y empezado de nuevo alrededor de unas tres veces. Blake recién despertaba a causa del incesante ruido y dudando si era correcto o no decidió fijarse en quién era.

"Priviet".

Casi se le cae el teléfono al caer en quien podía ser la única persona dueña de ese nombre y por un momento dudó en si lo mejor era despertar a Horacio o dejarlo descansar, pero recordó que todo lo que había pasado tenía que ver con ese hombre.

Miró la hora en la parte superior del celular "10:54 pm", faltaba poco para que ese día terminase y con él el 14 de febrero, el día de los enamorados. Y dejó de pensar en lo que él creía correcto y en lo que su amigo podría querer.

Dejó el aparato en el césped y se aproximó a su compañero para empezar a zarandearlo de un lado a otro con la intención de despertarle.

—¡Despierta coño!—Gritó muy cerca de su oído recibiendo un codazo al instante en su mejilla—¡¿Qué haces?!

—¡¿Cómo que "qué hago"?! ¡¿Qué te pasa a ti?! ¡¿Por qué me gritas?!—Respondió alterado el de cabello rosa claro.

—¡Que te está llamando el priviet, joder!

—¿Cómo?

—¡Toma!—Agarró el teléfono que había empezado a sonar nuevamente en su quizá cuarta o quinta llamada y lo golpeó en el pecho de su amigo antes de ponerse de pie—Me alejaré un poco y luego me cuentas que te dijo, ¿de acuerdo?

—Es...está bien ¡Pero no vuelvas a gritarme o te reviento!

Blake no contestó y solo corrió hasta el área del gym para darle algo de privacidad mientras hablaban.

Horacio observó la pantalla de su teléfono sintiendo un pequeño gramo de ilusión que decidió eliminar al recordar todo lo que pasó ese día para que no terminaran de romper su machacado corazón.

Decidió contestar para averiguar qué quería el tonto ruso.

Se quedó callado luego de deslizar el circulito verde en la pantalla. Pasaron unos cuantos segundos cuando se escuchó esa voz que tanto esperó oír ese día del otro lado.

—...¿Horacio?—A comparación de las últimas veces que habían hablado, el tono de voz que usó para pronunciar simplemente su nombre le recordó a hace un año atrás, cuando todo estaba bien entre ambos.

—Sí, ¿qué quieres?—A diferencia de su voz, que sonó seca y ronca, no era su intención pero después de lo vivido no se encontraba muy animado y mucho menos con ganas de hablar con justamente esa persona.

—Sé... sé que es... algo tarde y-y no quiero molestarte en absoluto pero necesito... emm... ¿puedes venir a una ubicación?—Habló lento y pausado, tal como esas veces en las que quería decir algo y temía equivocarse al momento de expresarse.

—¿Es en serio? ¿Si quiera has visto la hora y el día que es antes de llamarme para una reunión?

—Sí, sí, yo... yo lo siento por la hora pero... de verdad necesito que vengas, lo más rápido si es posible.

"Volkacio AUs - One shots"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora