🌧🚍-Viaje

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"La sensación de buscar nuevas experiencias con la persona que amás puede ser una de las mejores"

Las llantas se deslizaban por aquella carretera mojada causando salpicaduras en la carrocería, las diminutas gotas de agua caían desde el cielo hasta el pavimento causando un golpeteo constante, ambos sonidos se juntaban creando una melodía ambiental relajante para los dos pasajeros de la caravana.

Dos días atrás habían decidido tomarse unas cortas vacaciones de tan solo una semana, para descansar de sus ajetreados trabajos. En un inicio no tenían idea de que podrían hacer en ese tiempo, pero viendo una película acurrucados en el sofá de su hogar, la idea de visitar las ciudades colindantes a la suya en una caravana les había parecido espectacular. No tardaron en buscar quien les consiguiera una y por suerte su querido amigo el comisario Greco tenía el contacto perfecto para proporcionarles tal vehículo.

El día anterior, teniendo todo perfectamente organizado habían partido en su viaje. En esa primera tarde cruzaron por una llamativa ciudad (no muy grande) donde tuvieron la oportunidad de probar unos helados exquisitos, la heladería tomaba dulces cotidianos y los mezclaban con helado, formando una mezcla increíble que a ellos les fascinó.

Para el anochecer una aglomeración de nubes grises había echo acto de presencia en su recorrido, alertando a la tranquila pareja. No hizo falta mas que un par de horas para que una suave brisa se formara y en tan solo minutos suaves chasquidos al techo empezaron a resonar. Fue cuestión de tiempo para que lo que empezó como unas pequeñas chispas se convirtiera en una fuerte lluvia que apenas permitía visión de la carretera.

Era de madrugada por lo cual decidieron no arriesgarse a un posible accidente y en cuanto les fue posible se detuvieron a la orilla de la carretera.

Con precaución el peligris conductor aparcó la caravana sobre la tierra mojada, siendo esta cubierta apenas por los altos árboles que se encontraban ahí.

—Creo que lo único bueno de la lluvia es que podemos aprovechar para descansar—Habló el mayor mientras apagaba el motor del vehículo.

—Eso y que es bonita—Respondió el moreno observando por la ventanilla como las gotitas caían desde el cielo hasta los árboles y como estas se deslizaban por las hojas hasta impactar con el suelo.

—¿Bonita?

—Si, es bonita y hace que parezca que estamos en una de esa películas románticas—Sonrió, imaginando a ambos en una escena cliché donde se besaban bajo la lluvia.

—Una película romántica...—Repitió bajito—Bueno, es probable, si.

—Además el olor es como muy... no se, agradable.

—¿El de tierra mojada?

—Si, ¿no te gusta?—Desvío la mirada brevemente desde la ventanilla hasta el peligris.

—Mm... no me disgusta—Contestó y se levantó del asiento del conductor para acercarse lentamente al pequeño sofá donde su esposo se encontraba sentado, se dejó caer a su lado rodeando con sus brazos la cintura del moreno mientras apoyaba cuidadosamente su mentón en el hombro contrario.

—A mi me gusta...—Mencionó posando sus manos sobre las de su pareja que se encontraban en su abdomen, logrando observar el lindo contraste de color que estás hacían.

—¿Sabes que me gusta a mí ?—Preguntó con una leve sonrisa.

—¿Que te gusta a ti Vik?

—A mi... me gustas tu—Sin poder evitarlo su pálida piel enrojeció como era costumbre siempre que decía algo un poco atrevido.

—¿A sí?—La sonrisa en su rostro se agrandó y el brillo en sus bicolores ojos  destelló con más intensidad.

—Sí...—Respondió con repentina timidez, bajó levemente su cabeza para depositar un suave beso entre el hombro y cuello del pelirrojo, un roce apenas perceptible por la delicadeza de este.

—A mí también me gustas y me gusta más poder amarte y estar completamente enamorado de ti—Dijo repentinamente, deseando devolver aquellas palabras.

—Yo... ta-también te amo Horacio y... la mejor decisión que he... que he tomado en mi vida fue, bueno, haberme permitido ser feliz contigo, porqué lo soy, y eso es porqué eres tú, ya que no-no lo sería con nadie más...

—Te has liado mucho Viktor—Río brevemente, le causaba cierta gracia y ternura ver como después de todos esos años juntos, cuando Volkov decía algo romántico se enrollaba mucho y se ponía tan nervioso.

—Joder... pero has entendido.

—Si, si, lo entendí—Contestó divertido y volteó su cuerpo hasta quedar frente a su esposo, dándose cuenta del bonito color rojizo que ordenaba sus mejillas—Yo también soy muy feliz contigo, amor.

Se acercó lo suficiente para juntar sus frentes y moviendo suavemente su cabeza de lado a lado para rozar nariz con nariz.

Entre risitas y sonrisas compartieron un delicado beso, un suave roce entre sus labios que aceleró el latir de sus corazones. Podían pasar años o décadas pero sus corazones siempre latirían con la misma emoción al estar juntos y sus cuerpos siempre sentirían la misma necesidad de encontrarse.





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"Volkacio AUs - One shots"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora