"La magia no necesariamente proviene de una varita"
¿Cómo podía aquel chico convertir canciones que él ponía cuando estaba triste y lo único que quería era estar tirado en su cama comiendo un bote de helado, en maravillosas melodías que podía pasar horas escuchando sin aburrirse? Era simplemente maravilloso.
Y él estaba fascinado por escuchar día a día de qué canción se apropiaría hasta convertirla en suya.
Lo mejor era que tenía a ese extraordinario chico guitarrista a tan solo una valla de distancia. Porque sí, era su vecino. Y bendito sea el universo por darle tal vecino.
Todas las mañanas al ir a su universidad podía darse el lujo de admirar al alto muchacho de piel casi tan blanca como la nieve y cabellos grises que parecían brillar a la luz del sol. Y ni hablar de sus ojos... porque podía describirlos de mil maneras distintas, sin embargo, la que más le gustaba era compararlos con una tormenta; grises como las nubes en ese clima, pero con una ligera tonalidad azul cian de fondo que a veces traspasaba en forma de rayos por sus iris. Simplemente perfectos.
Y tal vez nunca se hubiera dado cuenta de esos detalles de no ser porque sus madres eran buenas amigas y ellos a veces se veían arrastrados a largas pláticas donde su mejor entretenimiento era apreciar "discretamente" al alto chico de nacionalidad rusa.
Pero ese no es el punto. El punto es que ahí se encontraba de nuevo, como de costumbre, sentado en el suelo y recargado contra la pared al lado de la ventana que daba directamente a la del cuarto del muchacho peligris. Escuchaba atentamente como terminaba de afinar su guitarra y rasgaba unas cuantas cuerdas antes de empezar a tocar.
En tan solo unos segundos logró identificar la música como la canción "Cool for the summer- Demi Lovato".
Una suave risa salió de sus labios. Tenía días enviciado a esa canción, escuchándola prácticamente en cada video que le aparecía en tiktok.
Y ahí llegaba su parte favorita "I can keep a secret, can... you?...". Esa parte que casi hace que se pare a bailar, sin embargo, prefería escuchar a lujo de detalle como sonaba ese ritmo en las manos del chico que hacía latir desenfrenado a su corazón con tan solo una mirada.
Para él, la música de Viktor -como su madre le dijo que se llamaba- era arte puro, tal como una magia que te envolvía y atrapaba; un hechizo que te hacía perderte entre cada nota musical. Y él era fanático de ese hechizo... y de su hechicero.
Inevitablemente empezó a tararear al ritmo de la canción, simplemente por acompañar tal belleza.
Y cuando la última nota fue emitida se quedó con ganas de más. La sensación que burbujeaba en su pecho en una mezcla de emoción y tranquilidad pedía más de ese hechizo, quería volver a sentir esa magia paseando por su cuerpo, pero desgraciadamente ese día no sería así.
Escuchó la voz de la madre de Viktor llamándole y como el peligris contestaba a su llamado dejando olvidada la guitarra y a su fan número uno.
Maldijo internamente por haber sido privado de su pequeño no-concierto, disculpándose mentalmente después con la madre de Viktor por ofenderla.
Y sin más opción se tuvo que poner de pie para ir a por su mochila.
Ahora inevitablemente tendría que hacer su molesta tarea.
———
Un breve rocío de agua cayó sobre su cabeza escuchando después una ahogada risa de su malhechor.
Horacio frunció el ceño dándose la vuelta para observar el patio de enfrente de la otra casa, mirando entonces al culpable de su ahora cabello mojado.
Viktor se encontraba sonriendo con una manguera en las manos mientras regaba las plantas inocentemente. Y le fue imposible no sonreír ante aquello, con un pequeño rencor por su peinado arruinado.
Por lo tanto, en busca de venganza fue a encender la manguera de su casa, olvidándose por completo de enjabonar el auto de su padre.
El peligris se vio atacado por una tormenta de lluvia artificial en tan solo un minuto, transformando su sonrisa en una mueca ofendida.
—¡Oye! ¡Que yo no te he echado tanta agua, Блядь!—Reclamó volviendo a sonreír.
—Pues yo sí, bobo—Se burló al ver su ropa llena de gotas de agua.
—Pues trágate esto—Contestó moviendo la manguera hacia el bonito moreno de cabello en forma de cresta azulada y ondulada, poniendo el dedo a más de la mitad del orificio por donde salía el agua para que esta saliera disparada en mayor potencia.
Horacio intentó cubrirse pero fue inevitable verse empapado, por lo que contraatacó sin mayor remedio.
Ambos se vieron envueltos en una lucha de mangueras y agua improvisada, en la que no había perdedor, solo dos ganadores que no podían dejar de sonreír por estar compartiendo un momento divertido con la persona que les hacía sentir mariposas en el estómago.
Porque Viktor también había desarrollado un pequeño "crush" con ese chico de hermosos y peculiares ojos heterocromaticos que reflejaban de una manera increíble el color del bosque; una fusión preciosa del verde de las hojas y el marrón de los troncos.
Viktor adoraba verlo bailar a través de su ventana tanto como a Horacio le gustaba escucharlo tocar la guitarra junto a esta.
Y Charlotte e Irina adoraban ver felices a sus hijos, aunque eso no quita que en cuanto acaben su improvisada guerra de agua llena de risas les van a regañar por gastar tanta agua y dejar el patio delantero de sus casas hechas un desastre.
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Sí, me volví fan de V tocando la guitarra🤍
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"Volkacio AUs - One shots"
FanfictionUna recopilación de cortos AUs Volkacio que he escrito, se actualizará conforme escriba más, serán One shots pero si en algún momento me apetece podría hacer más partes para un mismo Au. En su mayoría serán Soft. Ship principal de los AUs es el Volk...