"Volkacio AUs - One shots"

🌌🤍-Universos-17 de julio

"¿Era posible que en todas las dimensiones pasara algo importante para ellos ese mismo día? Al parecer sí"

Entraron con rapidez, cuidando no haber sido vistos, compartiendo risitas nerviosas que rápidamente fueron acalladas por sus labios.

Caminaron a tropezones hasta la costosa cama, besándose con fiereza, robándose el aliento de una manera que empezaban a adorar. Hasta ese momento no se habían atrevido a profundizar más sus besos, pero una cosa llevó a la otra y terminaron escabúllase a la habitación del príncipe para dar rienda suelta a su amor.

Horacio tumbó con cuidado a Viktor en la cama, sentándose a horcajadas sobre él. Se separó de sus labios despacio, deseando apreciar a su príncipe en esas circunstancias, deleitándose entonces con la vista de sus finos labios ahora rojos e hinchados, sus mejillas y la punta de su nariz completamente sonrojadas, esparciéndose el tono rojizo hasta sus orejas, su respiración estaba agitada y mantenía sus ojos cerrados.

—Esto está mal...—Murmuró, pero no se alejó, al contrario, llevó sus labios hacia el cuello blanquecino de la persona que se supone debía proteger.

—Algo malo no puede sentirse tan correcto, Horacio—Suspiró, llevando sus manos a enredarse en los castaños cabellos ondulados.

—Sabes que no deberíamos estar haciendo esto—Soltó, contradiciendo sus palabras con suaves besos y lamidas que ascendían por su mandíbula y volvían hacia sus clavículas.

—No me importa lo que deberíamos o no estar haciendo—Le dijo, bajando una de sus manos a la espalda del moreno, dando suaves caricias en la zona.

—Tus padres me matarían al saber que me estoy metiendo con su preciado hijo, y no solo de forma sexual...—La camisa de Viktor se esfumó de su cuerpo, siendo remplazado el calor de la tela por el de las manos del contrario.

—Bueno, creo que ya habíamos dejado en claro que eso da igual, ¿no?—Sostuvo entre sus manos el rostro del castaño, acariciando con los pulgares sus mejillas.

—Sí... ya habíamos dejado claro que soy tu guardia favorito y que me amas muchísimo—Sonrío, acercando su rostro al del peligris para dejar un dulce y corto beso en sus labios.

—Yo nunca dije eso—Le contradijo, también sonriendo.

—Pero lo haces—Afirmó, siendo esta vez él quien recibió un pico dulce que le hizo cerrar los ojos con gusto.

—Lo hago, y te prometo que si pudiera, estaríamos en cualquier otro lugar y no en este gran castillo.

—Cualquier lugar me gusta con que sea contigo—Le consoló y volvieron a besarse.

La pasión del momento volvió cuando las caricias del guardia bajaron hasta la cadera del príncipe, y junto a ellas también lo hicieron sus labios.

Compartieron una sonrisa antes de que Horacio desabrochara su pantalón y-.

—¡Cierra la puerta, por Dios!

La avergonzada voz de Volkov lo sacó de su estupefacción.

—¡Voy, voy!—Su alteración se hizo presente junto a su nerviosismo mientras se echaba para atrás, trayendo la puerta consigo.

Y un par de asustados "¡¿Qué?!" fue lo último que escucharon de ese universo.

Ambos se quedaron observando -avergonzados- la placa de la blanca puerta donde se leía "H - V realeza" en dorado.

—Oye... Volkov, nosotros también deberíamos hacer algo así—Interrumpió el silencio, girando su cabeza para ver el sonrojo formarse en el rostro del subdirector acompañado de una expresión de pánico.