"Volkacio AUs - One shots"

🤍⏮-Lazo (2) (omegaverse)

"Pero si la mente está vacía ¿por qué puedo ver y sentir algunas cosas?..."

¿Acaso existía una niebla lo suficientemente espesa para interrumpir la visión dentro de una casa? Porque eso era lo que Volkov se encontraba presenciando en ese momento.

No tenía idea del cómo había llegado ahí ni tampoco de en qué lugar se encontraba, lo único que podía afirmar era que habían muebles lo suficientemente cerca para poder obtener la conclusión de que se encontraba en una casa.

La niebla daba oportunidad a una visión prácticamente nula para el alrededor, cosa que empezaba a estresar en demasía al ruso. Intentaba orientarse y buscar alguna manera de salir pero solo lograba toparse con más y más de esas microscópicas gotitas de agua que se encontraban flotando por el aire.

Y tenía frío.

Demasiado frío.

Se abrazaba a sí mismo en un fallido intento de aliviar esa sensación pero no se iba así que optó por seguir caminando e investigar su situación. Siguió por un pasillo pequeño hasta que logró escuchar algo, era un ligero ronroneo y un suave tarareo que no lograba distinguir. Sin dudarlo un segundo caminó hacia donde creía provenían aquellos sonidos.

Se chocó con algo que parecía ser una mesita y fue entonces que la niebla se dispersó un poco, solo lo suficiente para que lograra distinguir la figura de alguien sentado sobre un sillón con un esponjoso gatito de pelaje blanco sobre sus piernas.

El minino pareció percatarse de su presencia puesto que fue cuestión de segundos para que sus redondos ojos verdes se posaran en su figura llamando la atención de quien repartía caricias sobre sus suaves orejas.

—Hasta que llegas, Viktor—Se escuchó una voz masculina que poseía un toque dulce pero divertido en su tono. Sabía de dónde venía, sin embargo no lograba observar el rostro de su portador.

—Привет... ¿Quién... quién eres?—Preguntó confundido a la vez que curioso.

—¿Cómo que "quién soy"? Anda, déjate de bromas y vayamos a cenar que ya hace hambre.

El misterioso hombre se puso de pie dejando al pequeño gato sobre el sofá y se acercó a él. Volkov se quedó en blanco cuando aquella figura tomó su mano para llevar a ambos hacia otro lugar. Seguía sin saber quien era pero la calidez que su toque provocaba en su interior era gratificante, aún más tomando en cuenta el frío ambiente.

El hombre que era algo más bajo que él se detuvo, acción que provocó que el pecho del peligris se topara con la espalda del individuo, y fue tan solo un segundo; una pequeña fracción de tiempo en la cual pudo distinguir un embriagante y conocido aroma a piña...

Y después todo se desvaneció. Ya no estaba aquel chico, tampoco había ningún mueble y la espesa niebla había desaparecido dejando en su lugar un estresante color blanco en donde no se escuchaba ningún tipo de ruido y el doloroso frío continuaba.

La desesperación arribó en su cuerpo impulsándolo a correr sin algún tipo de destino, con la única esperanza de encontrar una salida o algo que lo ayudase, aunque con lo único que se topó fue con un desesperante sonido de estática o de una viaja radio sin señal que cada vez se hacía más fuerte. Eso hasta que una voz se apareció ayudando a desvanecer la paranoia que aquella blanca habitación vacía estaba empezando a crear.

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—¡Volkov, despierta!

La enérgica voz de Alanna sacó a su conciencia de los planos irreales formados en sus sueños, logrando al mismo tiempo que la sensación de alivio llenara su cuerpo al haber salido de esas agobiantes escenas que no sabía cómo interpretar.