Jungkook y Jin solo quieren demostrar quién de ellos es el mejor en la cama.
Ambos están seguros de serlo, pero su opinión no es lo único que cuenta.
Aceptan retarse el uno al otro en una extraña competencia de sexo donde deben probar sus habilida...
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...
Seokjin inhala de nuevo. Cuando Jungkook vuelve a presionar sus caderas contra las suyas, puede sentir que la erección de Seokjin se vuelve más dura contra la suya y hace que la cabeza de Jungkook dé vueltas.
— Una cita hoy. — Jungkook decide no perder ni un minuto más. — Después de que hablemos con Hoseok y los demás. No me importa si llegamos a casa en medio de la noche, no me importa si solo hacemos un picnic en algún parque, quiero llevarte a una cita. Te lo compensaré con mejores citas más tarde, lo prometo. Solo... solo tienes que tener una cita conmigo... esta noche.
Seokjin traga saliva, sonrojándose furiosamente.
Y luego asiente, tímido y emocionado en la misma medida.
— Gracias. — Susurra Jungkook, luego besa a Seokjin de nuevo.
El gemido que sale de los labios de Seokjin es lo más hermoso que Jungkook haya escuchado en su vida y quiere escucharlo por el resto de sus días.
Los dedos de Seokjin se aprietan alrededor de los de Jungkook, su pierna se levanta, la pantorrilla rozando su pierna, el deseo de estar lo más cerca posible es completamente mutuo.
Jungkook lo besa y lo besa más y más, la respiración de Seokjin se vuelve menos constante con cada movimiento de sus labios, y Jungkook lee eso como algo bueno, ya que se siente tan abrumado como él.
Entonces, cuando Seokjin inhala de nuevo, demasiado tembloroso para ser bueno, sus labios presionando los suyos con dureza pero inmóvil, Jungkook se encuentra retrocediendo.
Su preocupación solo empeora cuando ve a Seokjin…
Sus cejas se fruncieron profundamente, sus ojos están fuertemente cerrados, y hay mucha humedad en las esquinas exteriores de sus ojos.
— Hyung… — Susurra Jungkook con miedo, su polla flaqueando muy muy rápidamente.
— Lo siento. — Dice Seokjin, con los ojos aún cerrados, los dedos apretando aún más los de Jungkook.
Sin saber qué hacer, Jungkook le besa la frente con cariño. Rodeándolo. Cubriéndolo y protegiéndolo.
— Solo estoy… — Susurra Seokjin. Sus cejas se contraen una vez más y dos lágrimas se deslizan por los lados de su rostro. — Estoy feliz... — Dice pero parece una pregunta.
Y Jungkook de repente también quiere llorar.
— Y también tengo miedo… — Agrega Seokjin enojado.
Jungkook quiere sostener el rostro de Seokjin, pero se niega a soltar sus manos, no quiere soltarlo. Así que roza su nariz contra la mejilla de él.
— Yo también tengo miedo… — Susurra Jungkook, sin darse cuenta de cuánto lo dice en serio hasta el segundo en que las palabras salen de su boca.
