Jungkook y Jin solo quieren demostrar quién de ellos es el mejor en la cama.
Ambos están seguros de serlo, pero su opinión no es lo único que cuenta.
Aceptan retarse el uno al otro en una extraña competencia de sexo donde deben probar sus habilida...
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...
Todos deciden comenzar la primera ronda mañana en lugar de esa misma noche porque todavía tienen cosas que planificar.
El resto del día lo pasan en la sala de práctica y en uno de los estudios de sus productores, y durante todo el día, Jungkook está pensando en lo que va a pasar.
En realidad todos parecen tener problemas para concentrarse, por lo que Jungkook asume que él no es el único cuya mente sigue divagando.
Sigue mirando a Seokjin y Namjoon. Sigue imaginando cómo se verá Seokjin con Namjoon.
Intenta pensar en las mejores estrategias para hacer de esta felación la mejor que jamás haya hecho.
Jungkook ríe.
¿Tal vez todos han perdido la cordura por hacer esto?
Sí, la han perdido.
¿Todavía se siente enojado porque Seokjin piensa que no hay posibilidad de que Jungkook sea mejor que él en la cama?
Si, lo está.
Entonces competirán y Jungkook será el que gane la primera ronda y haga llorar a Seokjin.
Esa mañana hablaron muy brevemente sobre cómo tendrán que hacer de cada ronda una cosa de dos noches, ya que no hay forma de que puedan tener relaciones dos veces en la misma noche.
E incluso si pudieran, no lo harían, no podrían ser objetivos sobre quién gana y quién pierde si hacen las dos rondas durante la misma noche.
También hablaron sobre tener un descanso entre las rondas para darle un respiro a Seokjin y a Jungkook.
Él quiere que Seokjin vaya primero, al menos en esta ronda.
No es porque esté preocupado por ello.
Solo estuvo pensando y llegó a la conclusión de que ambos tendrían que estar juntos en la habitación mientras ocurre todo.
Hacer que Seokjin vaya primero le permitirá a Jungkook aprender la forma en que Seokjin trabaja y su actitud en general, observar cómo lo hace y planificar su propia estrategia para poder vencerlo en base a eso.
Dios, él va a ganar.
La idea le hace regocijarse en el coche de camino a casa.
Un placentero hormigueo le sube por la columna.
— Entonces. — Dice Namjoon mientras se sientan a cenar en casa esa noche. — Dos noches.
Todos están sentados alrededor de la isla de la cocina.
— Ustedes dos tendrán que decidir sobre quién va primero. — Continúa Namjoon, sin tocar aún sus fideos. — Porque obviamente no debemos saberlo.
