Jungkook y Jin solo quieren demostrar quién de ellos es el mejor en la cama.
Ambos están seguros de serlo, pero su opinión no es lo único que cuenta.
Aceptan retarse el uno al otro en una extraña competencia de sexo donde deben probar sus habilida...
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...
Jungkook levanta las caderas, se retira y se hunde hasta el fondo en él. Una vez, dos veces, tres, cuatro veces más, y Seokjin gime cada vez que toca fondo.
Nunca nadie se había sentido tan bien como estar con él. Nunca. Ni una sola vez. Así no. El placer de Seokjin es algo que Jungkook siente hasta los putos huesos, cada ola chocando contra el suyo también.
Realmente quiere darle todo a Seokjin. Realmente quiere que esto dure. Quiere ser digno. Quiere ser bueno para él.
Seokjin tiene razón: esto se siente demasiado bien demasiado rápido, pero Jungkook no tiene el mismo control sobre sus emociones como Seokjin. Así que lo siente, lo vive y ama cada segundo. Habrá tiempo para discusiones y desacuerdos. Habrá momentos difíciles si pretenden que esto dure. Eso es inevitable.
Y es una jodida bendición.
Escuchar a Seokjin gemir, sentirlo apretarse con cada empuje, ser elegido por él para este momento, no es más que felicidad. Jungkook apenas se está conteniendo. Se lo da a Seokjin como lo hubiera hecho si no hubiera sido su primera vez, profundo, duro, firme. Complacer a Seokjin, superarse a sí mismo, será un desafío cada vez que estén juntos, y la polla de Jungkook palpita con solo pensarlo.
Baja su cuerpo sobre el de Seokjin hasta el final, extendiendo sus propias rodillas más, su polla completamente adentro, y desliza sus brazos debajo de Seokjin, abrazándolo, envolviéndolo más cerca. Bloquea a Seokjin para que no pueda sentir nada más que a Jungkook, incapaz de oír nada más que él, ver nada menos a él, oler nada menos a él. Sus labios están en el cuello de Seokjin, besándolo, saboreando el sudor en su piel.
Seokjin gime su nombre una y otra vez.
— Dime que se siente bien. — Susurra Jungkook, no puede hablar más fuerte.
— Lo sabes… — Responde Seokjin, con la voz ya rota.
— Quiero oírte decirlo. — Insiste Jungkook, deteniendo su empuje y moliendo su polla gradualmente dentro de él, arrastrándola profunda y lentamente, haciendo que Seokjin sienta cada centímetro. — Dímelo…
— Te sientes tan bien… — Dice Seokjin. — Tan profundo. Duele…
Jungkook lame el costado del cuello de Seokjin, moviendo su brazo más arriba de su pecho.
— Te quiero en mí durante días… — Jadea Seokjin.
Jungkook desliza su mano, hasta que está en la base del cuello de Seokjin.
— Quiero que todo duela mañana… — Seokjin ni siquiera parece darse cuenta de hacia dónde va Jungkook. — Quiero que mi cuerpo me recuerde este momento durante el mayor tiempo posible…
Cuando los dedos de Jungkook se envuelven alrededor de su garganta, Seokjin jadea, soltando instantáneamente su trasero y agarrando los muslos de Jungkook en su lugar.
