Jungkook y Jin solo quieren demostrar quién de ellos es el mejor en la cama.
Ambos están seguros de serlo, pero su opinión no es lo único que cuenta.
Aceptan retarse el uno al otro en una extraña competencia de sexo donde deben probar sus habilida...
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...
Cuando Jungkook finalmente vuelve en sí, se da cuenta de que todavía está temblando, que sus brazos están a punto de ceder y el rastro de lágrimas sigue húmedo en sus ojos y mejillas.
Sonríe cansado y con el último estallido de energía, envuelve sus brazos alrededor de Seokjin y los gira a ambos, sosteniendo a Jin a horcajadas sobre él mientras se hunde agotado en las almohadas.
Su pene se desliza fuera de Seokjin mientras lo hace, haciéndolo gemir una vez más.
Hay una pequeña sonrisa en el rostro de Seokjin, y eso es realmente todo lo que importa.
Seokjin se gira, moviéndose a sí mismo de modo que solo se sienta a horcajadas sobre una de las piernas de Jungkook, su polla gastada y suave descansa sobre el muslo trabajado, la barbilla sobre su pecho. Probablemente sienta la tensión en sus propios muslos finalmente después de que Jungkook lo estiró con tanta fuerza.
— ¿Cómo te sientes? — Seokjin pregunta en voz baja, pasando su mano por la frente sudorosa de Jungkook.
— Esa es definitivamente mi pregunta. — Dice Jungkook, sonriendo, envolviendo más sus brazos alrededor de él.
— Dime de todos modos. — Insiste Seokjin.
Enamorado.
— Feliz...
La sonrisa de Seokjin se ensancha.
— Como un ganador. — Agrega Jungkook.
Y Seokjin se ríe como Jungkook esperaba que lo hiciera.
— ¿Cómo te sientes tú? — Pregunta Jungkook.
— Magullado. — Responde Seokjin, todavía con esa sonrisa brillante. — Y... horriblemente vacío por dentro.
No hay un solo pensamiento en la mente de Jungkook cuando toma dos de sus propios dedos y luego alcanza detrás de Seokjin, los pasa por su gastada entrada y los hunde en él.
Seokjin jadea, sus ojos se agrandan, claramente no lo esperaba.
No tiene la intención de hacer nada. Hubiera preferido dejar su pene dentro de él. Todo lo que quiere es llenar a Seokjin para que ya no esté terriblemente vacío por dentro. Pero la posición solo le permite eso.
— ¿Mejor? — Pregunta Jungkook, encontrándose a sí mismo sonriendo.
Seokjin gime, cejas fruncidas.
Y Jungkook, incapaz de ayudarse a sí mismo, comienza a curvar y enderezar suavemente sus dedos dentro de él.
— Jungkook… — Se ríe Seokjin, con una sonrisa temblorosa.
Jungkook le sonríe y no detiene los dedos.
Espera que Seokjin proteste de inmediato, pero no lo hace. Tal vez pueda empujar a Seokjin a otro orgasmo. Uno que será todo sobre él sin Jungkook tan distraído.
