Capítulo 6: ¿No hay regreso?

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Thea Evans

Han pasado tres días desde que Megan me dijo que Dereck vendría de regreso a casa, sinceramente estoy comenzando a sospechar que eso no fue así, no lo he visto y tampoco ha venido a intentar aclarar las cosas conmigo.

Quizás sea porque no conoce mi dirección.

Mierda, Thea ¿en qué estás pensando? Es que él no regresó por ti, no todo gira entorno a ti.

Seguramente Megan se inventó eso o entendió mal, ella nos ha querido ver juntos nuevamente y ocurrió ese malentendido. Ni yo ni él pensamos en regresar, lo que hizo es algo imperdonable, lo único que haré es darle vuelta a la página.

Comenzando con beber. Mi sistema necesita alcohol para seguir funcionando adecuadamente, y Allen es el mejor compañero para eso.

Cuando llego a su departamento, toco su puerta varias veces y él me abre, luce una camisa blanca y unos pants grises cómodos, él parpadea varias veces confundido y quizás un poco nervioso —¿Thea? ¿Qué haces aquí?

Sonrío y le muestro una botella de vodka que traje conmigo —Bebamos un trago —propongo.

—¿Ahora? —pregunta él —Bueno, es que estoy esperando a... —antes de que pudiera terminar, una chica castaña se aproxima a la entrada del departamento con una sonrisa, cuando se acerca más hacia nosotros, me percato de que se trata de Abby —Hey, Thea, estás aquí.

—Sí... hola —saludo —Ustedes dos... ¿tenían planes? —pregunto incómodamente.

—Oh, bueno, Allen me pidió que... —antes de que Abby pudiera terminar de explicar, Allen le tapa la boca con la mano y niega.

—Nada importante, pasen las dos —sugiere él.

Ese hombre está muy extraño hoy.

Me siento en el sofá junto a Abby, mientras que Allen se aproxima a la cocina y trae dos vasos para beber, entonces me levanto —No te molestes, si ustedes dos tenían planes, créeme que podemos posponer esto.

—No seas aguafiestas —dice él mientras abre la botella y sirve la bebida en ambos vasos —Sabes que siempre estaré dispuesto a beber contigo.

Sonrío y me vuelvo a sentar.

Allen me extiende un vaso y él toma el otro, ambos lo chocamos y nos lo tomamos de un trago —Uff... me induces a cosas malas para mi salud, Thea. A veces incluso pienso que me intentas matar —bromea.

—No seas tonto, si quisiera matarte ya lo hubiera hecho —bromeo esta vez yo.

Ambos reímos y entonces recuerdo a Abby, quien está aún sentada mientras sonríe por las tonterías que decimos, me levanto del sofá nuevamente y me dirijo a Allen para darle una leve patada —Eres un grosero, ¿por qué no le trajiste un vaso también a Abby? Es también tu invitada y no me molesta compartir la bebida con ella.

—Oh, eso... bueno la cosa es que ella no bebe alcohol —aclara. Abby asiente dándole la razón —No toma desde que... —Allen no termina su oración y se retracta —Lo siento, no me corresponde decir eso.

¿Decir qué?

Abby niega restándole importancia —No te preocupes, supongo que Thea es de confianza.

My Summer LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora