Capítulo 29: Las incoherencias de Allen

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Thea Evans

El transcurso de camino a casa se mantuvo en silencio. Eitan y Abby insistieron en que hablemos de lo que sucedió, pero Dereck se ha mantenido intacto, callado, molesto; es por eso que les dije que lo mejor sería que ellos regresen a sus respectivos hogares y yo hablaría con Dereck. Así que decidí conducir yo, dejamos a Eitan en su apartamento y a Abby en la casa de sus padres, después llegué a una farmacia y compré algunos medicamentos y remedios para limpiar las heridas de Dereck, al verlo completamente dormido en el asiento del copiloto, decidí traerlo a su casa y una vez que llegamos lo despierto.

Él parece desconcertado, pero al ver que ha llegado a su domicilio, se baja del auto y entra a su casa, yo lo imito y cierro la puerta detrás de mí —Ven acá —me siento en el sofá y le incito a que haga lo mismo, entonces lavo sus lesiones y heridas con suero, él hace unas muecas y gime de dolor algunas veces, pero se resiste —No tenías que hacer eso —menciono intentando eliminar la tensión —De verdad que no era necesario.

—Es un idiota —murmulla por fin —¿Tienes idea de las palabras que te dijo, Thea?

Bajo mi mirada apenada, a decir verdad sí me dolieron en su momento —No sé qué le sucede —una vez que termino de lavar sus heridas, procedo a ponerle una pomada —Él no es así, debe haber pasado algo.

—¿Sabes a qué se refería con lo que dijo? —yo niego —¿Entonces de qué carajos estaba hablando?

Intento recordar las palabras que mencionó Allen con exactitud —Algo de confianza —explico una vez que pasa por mi mente la escena —Mencionó algo de que le he dicho a los demás sobre lo que él me confía.

Dereck arruga sus cejas —¿Qué estupidez es esa?

—No lo sé —me concentro en ponerle una pequeña venda en una herida del lado superior izquierdo de su frente —¿Estará molesto por algo?

—Claramente lo está —me recargo en el sofá una vez que he terminado de atender las heridas de Dereck —Dijo que lo único que buscas es la atención, ¿te das cuenta de lo imbécil que ha sido? No puedo creer que lo hayas considerado tu amigo por muchos años.

Niego —Es que no es posible —nada en mi cabeza me cuadra —Yo jamás he intentado hacer alguna de las cosas que él dijo —nos quedamos un momento en silencio, reflexionando de lo sucedido e intentando descifrar lo que Allen quiso decir —Espera...

Dereck me observa fijamente al oírme hablar —¿Qué sucede?

—¿Recuerdas lo último que dijo antes de que la pelea iniciara?

Su mirada se torna extrañado —¿Lo de que te fuiste a Londres? —asiento —Era claro que se iba a enterar, subiste algunas fotos a tus redes sociales.

—No, no —me adelanto —Pero él sabía perfectamente que mi celular estaba roto y que estaría de viaje, incluso le dije a Megan que lo invitara por mí, porque no había podido comunicarme con él.

Dereck parece atar cabos —Tienes razón.

¿Qué fue lo que pasó? ¿Megan nunca le dijo nada?

***

Termino de preparar mi café y me siento en el sofá para tomarlo con tranquilidad. Ha amanecido ya, Dereck y yo nos quedamos a dormir en su casa, ambos terminamos durmiendo en la única cama que hay en ella, la mudanza ha avanzado y por suerte ya hay varios muebles adicionales a la última vez que lo había visitado. Por alguna razón desperté hace ya varios minutos, Megan me preguntó por mensaje en dónde me encontraba porque me había ausentado esta noche en mi apartamento y ella me estaba buscando, así que le conté lo que había sucedido anoche. 

My Summer LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora