Capítulo 35: El arma secreta

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Thea Evans

Tomo mi café del mostrador y camino hacia una de las mesas de la cafetería del campus para tomar asiento. No sé con exactitud cuánto ha pasado desde que Allen y yo volvimos a entablar nuestra amistad, quizás unos tres o cuatro días, pero ha sido suficiente como para ponernos al tanto de lo que últimamente ha pasado.

Tal parece que se hizo más cercano a Lesslie y se veía dispuesto a darle una oportunidad, pero ella se ha mudado algo lejos, lo cual complicaría mucho las cosas y no se siente seguro de que sea la mejor decisión.

Enciendo mi celular cuando me doy cuenta de que tengo un mensaje. Abro los chats y entonces veo que se trata de Eric, el hombre con el que Amelia quería que saliera. Desde lo que pasó en la supuesta cita, nos hemos mantenido en contacto constante como amigos, en realidad es un hombre agradable y muy cordial. Hace varios días me comentó que pensaba en pedirle matrimonio a aquella chica con la que tenía algo, parece que logró detenerla antes de que su avión partiera y le confesó que en realidad no la había olvidado. Joder, que historia tan romántica.

Eric Lehmann: Muchas gracias por todo tu aliento, Thea. Ella ha aceptado, me llena de orgullo informarte que oficialmente estoy comprometido.

Thea Evans: ¡Me alegro mucho, Eric! Ya verás que les espera mucha felicidad a ambos. No olvides invitarme a la boda ;)

Vuelvo a guardar mi móvil al escribir mi respuesta. Estaba segura de que aquella chica aceptaría la propuesta de Eric. Ojalá yo también pudiera arreglar las cosas con Dereck como lo hicieron ellos.

Sorbo un poco de mi café mientras observo a mi alrededor y cuando mi mirada se posa en el reloj digital que está en la pared, abro mis ojos de par en par al ver que ya pasan de las tres de la tarde. Había quedado con Allen y Camila en vernos hoy en su casa a las tres y cuarto, ambos habían insistido en encontrarnos durante estos días, pero me ha sido imposible por la universidad. He estado tan concentrada en mis estudios que sinceramente se ha apoderado de la mayor parte de mi tiempo.

Salgo con rapidez del lugar y subo a mi automóvil para comenzar a conducir. El tráfico estuvo abundando, lo cual me hizo el traslado un poco más lento, así que llego pasados varios minutos de la hora acordada.

Cuando toco el timbre, Allen me abre la puerta con una sonrisa. Ya no luce igual que la última vez; al fin se ha rasurado, se ha cortado un poco el cabello y lo más importante, ya no huele a atún —Thea, adelante —él se hace a un lado para que yo pueda ingresar a su hogar, cuando lo hago, me percato que Camila ya ha llegado al verla sentada sobre el suelo mientras come algo de sushi en una bandeja.

—Ya lo sé, llegué algo tarde —menciono —El tráfico estuvo terrible y pasé estas últimas horas en la cafetería haciendo varios trabajos para la universidad.

—Oh, no te preocupes. No has llegado tarde —Allen le resta importancia —Cami está aquí hace tres horas.

Volteo hacia Camila y alzo una ceja sorprendida por su apodo, ella reacciona y deja el rollo de sushi que estaba por meter a su boca a un lado, para después reír brevemente —Te he dicho que Cam está bien —dice respondiendo a como Allen la acaba de llamar.

Él arruga su nariz —Cami suena más lindo.

Supongo que ellos han agarrado algo de confianza en estos días —No podía dejar que Cami pasara más tiempo sin haber probado alguna de mis comidas, así que pregunté por su comida favorita y la preparé.

Camila muestra sus dientes en una sonrisa —Y vaya que no mentías, este es el mejor sushi que he probado en toda mi miserable vida.

—Allen es el mejor —halago —Si hay algo que este hombre haga a la perfección, definitivamente es cocinar —él alza su ego y asiente con orgullo. Entonces recuerdo a que venía en primer lugar y voy directo a ello —¿Y bien? ¿De qué querían hablar?

My Summer LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora