[Hinata]
Era un 14 de febrero a las 6:30 de la mañana, estaba dormido, cobijado con una manta super calientita, cuando de repente un golpe en mi estomago me despertó...
—Mamá, Mamá... hoy es mi cumpleaños número 5... ¡Feliz cumpleaños a mi!— dice mi pequeño brincando en mi estomago.
— ¡Akihiko, te dije que no lo despertarás!— Dice Oikawa entrando a mi habitación, solo reí por que ese pequeño era mi despertador de todos los días, le hice señas a Oikawa-san para que no se preocupara, chasqueo la lengua y salió de mi habitación
—Hola mi niño hermoso, ¿Como durmió el rey de esta casa?— Pregunté levantando en alto a mi hijo...
Akihiko con la gente que conoce se comporta como yo: alegre, brinca por todos lados y grita a más no poder; pero cuando está nervioso o llega a conocer a alguien se comporta totalmente como Kageyama: su semblante se vuelve frío y contesta un poco mal, aunque también se vuelve tímido.
Pero bueno regresando en donde estábamos...
— ¡Dormí muy bieen!, tuve un sueño muy bonito y espero que se haga realidad— dice Akihiko entusiasmado
—¿A sí? y ¿Que soñó mi morita?— Pregunté bajando de mi cama y caminando al baño para que los dos nos metiéramos a bañar.
—Soñé que conocía a Papá y, mamá y papá vivían juntos...— dice dando pequeños saltitos.
Me detuve en lo que estaba haciendo y voltee a ver a mi pequeño... estaba muy ilusionado por conocer a su papá y él seguía hablando, me acerque a el cuando termino de contarme su sueño.
Revolotee su cabello y me agache para quedar a su altura.
—Algún día podremos ver a tu papi ¿Si?— besé su frente y él solo me veía con sus ojitos que brillaban como el sol
Le hable para indicarle que tendríamos que bañarnos porque saldríamos de compras para en la tarde hacer una pequeña comida por su cumpleaños, el corrió a mi, lo carge y me queje por el peso por que aunque yo fuera fuerte, el crece rapidísimo y ya casi no lo aguantaba... mi hijo reía porque ya no lo podía cargar como antes... su risa es la luz y los colores en mi vida.
Salimos de bañarnos y tome ropa casual para salir y vestí a mi pequeño para después vestirme yo, mientras él jugaba con su peluche de Cuervo yo me senté en un banquito frente al tocador para comenzar a arreglar mi rostro como todos los días
Empecé a cuidar muchísimo mi piel desde que llegamos aquí y ya no tenía ni una sola imperfección y como Oikawa me consiguió un trabajo de Modelo, principalmente de maquillaje, me cuidaba el doble.
Mi pequeño se acerco a mi y puso su carita apoyada en su mano, se me quedo en silencio un tiempo viendo lo que hacía...
— Oye... mamá, ¿Qué es eso que te pones en la cara?— preguntó mi hijo curioso
—Es maquillaje...— respondí dejando a un lado mi polvo compacto.
—¿Puedo ponerme maquillaje?— pregunto sonriendo
— Si, mi amor, ven...— dije estirando mis brazos para poder cargarlo.
Lo senté en mis piernas y comencé a ponerle un poco de crema para proteger su piel, le puse un poco de rubor para que sus mejillas se marcaran y también un poco de polvo para que su piel no se vea muy grasosa... No me molestaba que se pusiera maquillaje ya que yo me la paso poniendo esas cosas en mi cara, pero aun era muy pequeño así que obviamente no lo cargue de maquillaje... terminé poniendo un poco de iluminador en su nariz.