[Kageyama]
No podía estar más que feliz por lo que acaba de pasar, quería salir corriendo de ahí para ir con Hinata y besarlo por todos lados.
Ahora sí puedo darle lo que vengo guardando por unas semanas...
Quería abrazar a Yaku-san pero me límite en agradecerle y también a Lev, quién también se emociono conmigo.
Me despedí de todos y antes de irme fui a despedirme de Alisa.
— Lo siento mucho, pero en más de una manera me hiciste mal, esa es la razón por la cual no puedo estar contigo, pero gracias por todo Ali... — levanté mi mano para estrecharla con ella, pero se lanzó a abrazarme
Le correspondí el abrazo y antes de separarse de mí, susurró...
— Solo espero que no te arrepientas Tobio-chan— su tono de voz cambio en ese momento... Provocando un escalofrío en mi cuerpo.
Cuando se separó de mí abrazo me sonrió como sin nada y dijo "Hasta luego" con el mismo tono de voz chillón y castrante que tiene... Algo anda mal.
Me acerque a mí padre y me dio una noticia que me dio en mi orgullo, pero yo lo dije así que no me pienso echar para atrás...
— Lo siento pero hice un trato con su familia y ahora quedas despojado de tus acciones en la empresa, lo hablé con el abogado y la próxima semana no te presentes... Seguiré apoyándote pero no con esta empresa, si quieres abrir otra cosa, cuenta con mi apoyo y el de tu madre — dijo mi padre con un tono triste
— Lo entiendo, bienvenido de nuevo a la presidencia padre — dije sonriendole.
Estaba triste... Sí, trabajé 6 años como presidente de está corporación pero por chantaje de esa familia perdí mi puesto, solo queda decirle a Hinata y ver cómo salimos juntos de ésto.
Mi padre es un amor y por culpa de eso se aprovechan de él, y ahora la consecuencia fue que muy seguramente es que la presidencia se quede con mi padre o pase a Miwa...
Después salí de mi oficina junto con Suga-san, íbamos platicando de cosas triviales mientras nos dirigíamos a la sala donde estaba Daichi-san, el pequeño Hotaku y mi pequeño... Akihiko.
Vimos que estaban jugando junto con Aone... El tipo más serio que jamás había visto jugando con los niños y... ¿Vestido de oso? ... Eso sí que es nuevo.
— Papá, papá... Miraa un osoo, le hace ¡Grrrr! — dijo Akihiko corriendo a mí.
Sonreí de la ternura al ver a mi hijo con sus mejillas rojas de tanto cansancio y con su respiración agitada.
A los pocos segundos sonó mi celular y vi que era una llamada de Hinata
En la llamada: