[Narradora]
— Déjame explicarte lo de Alisa... — dijo Kageyama sujetando a Hinata.
El mencionado volvió a sentarse enfrente de Kageyama, mientras veía sus manos y jugaba un poco con ellas.
— En resumidas cuentas... Ella es la chica con la que mi papá quiere que me case, él formó nuestra relación... Cómo era mi primera pareja, yo pensaba que ella era todo lo bueno y lo demás era lo malo... por ella fue que comencé a ver mal a los omegas... Hasta que te conocí, fue cuando termine con ella por qué me enamoré y no quería aceptarlo pero en tu necedad y perseverancia lograste ganar mi cariño... Pero ese es otro tema. No se que fue lo que te dijo en la llamada pero ella no es nadie para mí y no logrará que yo me separé, así tenga que matarme para alejarme de ti. — dijo Kageyama tomando las manos de Hinata.
— Pero ella es bonita... Reías mientras hablaban, ¿Que es lo que te falta? — dijo Hinata tratando de tranquilizarse
— No era risa de felicidad... Simplemente reía por las cosas tan tontas que me decía... Ella es bonita, sí, no te lo voy a negar... Pero lo que necesitaré siempre es a ti y no a ella, tu fuiste quien me enseñó que es la humildad, tu eres quien me hizo abrir los ojos y ver mi error, tu eres quien me dio una familia, mi felicidad es gracias a ti y a ese pequeño tormento que tenemos como hijo... Realmente eres tú quien quiero a mi lado, eres tú quien me hace sonreír y no ella... Por eso te pido que no me evites por qué cada vez que lo haces mi corazón se hace chiquito y pienso lo peor, tampoco te menosprecies, si pudiera gritar lo cada cosa hermosa que veo en ti... Me quedaría sin voz y sin años para poder decir todo lo que me gusta de ti... Eres el ser más hermoso que jamás he visto en mi vida y eres lo más importante para mí... No quiero que por errores te vayas de mi lado. Ahora somos adultos debemos comportarnos como tales, se que en el pasado terminamos por un mal entendido y éramos tontos pero ahora creo que hemos madurado y podemos ser felices sin necesidad de separarnos y volver a juntarnos... De ahora en adelante quiero estar contigo día y noche sin importar nada. — dijo Kageyama.
Hinata levantó su vista y vio a Kageyama quien tenía lágrimas en sus ojos apunto de caer.
El pequeño se levantó y abrazo a Kageyama pasando sus brazos por los hombros del mencionado...
— Lo siento por desconfiar de ti... Te amo Kageyama, quiero estar contigo todos los días de mi vida y te prometo hablar cuando algo me moleste... No quiero ser más un niño de 16 años — dijo Hinata separandose y apretando las mejillas de Kageyama mientras que con sus pulgares limpiaba las pequeñas lágrimas que resbalaban por el rostro de su Alfa.
El más alto abrazo a Hinata por la cintura y lo acerco a él para besar sus dulces labios... ambos se fundieron en un beso tan tierno y lento, que lograban saborear cada movimiento que era causado por los dos.
Separandose del beso ambos se vieron directamente a los ojos y un ligero sonrojo color rosado se formó en los rostros de ambos...
Ese sentimiento era el mismo sentimiento como cuando se vieron por primera vez en la escuela, la primera vez que cruzaron miradas, la primera vez que se fundieron en un beso... Estan tan enamorados como si fuera la primera vez.
A los pocos segundos se escuchó.
— Ay, ya terminaron... Ya me cansé de bajar y subir escaleras... No quería interrumpirlos... — dijo la abuela dejándose ver.
Ambos chicos sonrieron al ver a la abuela y ella les regreso la sonrisa acompañada de unas cuantas lágrimas de felicidad.
— Ahora deberían descansar... Los despertaré cuando esté el desayuno — esto último lo dijo empujando a ambos para que fueran a dormir.