[Narradora]
Pasaron dos semanas desde que la marca fue puesta en el cuello de Hinata...
Con ayuda de médicos, la pareja aprendió a sobrellevar y aprender como debían tratar aquello que para bendición o maldición de ambos, llevarían toda la vida... pero por el momento, Kageyama trataba que su paciencia no se agotara con un pequeño demonio que tiene como hijo.
El Alfa, podía sentir como una vena se sobresaltaba de su cuello y su frente al escuchar como no había dejado de llorar por que no quería ir a la escuela.— Shooo, por favor ayudame — rogó Kageyama a Hinata quien lo veía con un poco de lastima pero aún así era divertido para él.
— No, ya te dije que tienes que aprender, te explique la semana pasada — comentó Hinata tratando de no reír.
El más alto hizo un puchero y se sentó en la cama con brazos cruzados a un lado de su hijo.
El omega no pudo evitar soltar la carcajada pero cuando se tranquilizo, se acerco a la cama con un semblante bastante serio.— No me importa si te la pasas llorando, agarras tu mochila y nos vamos ¿Entendido Akihiko? — dijo con autoridad Shoyou, viendo a su pequeño.
El pequeño príncipe de la casa, se calmó un poco y se bajo de la cama junto con su mochila.
Shoyou suspiro y se dedico a encaminar hacia la cocina a su pequeño y entregarle su delicioso desayuno y almuerzo que se dedicaría a comer a a hora del receso en la escuela.El mas pequeño del hogar, se sentó un banquito y con un poco de pereza levanto la cuchara para desayunar sus cereales.
— Aki... ¿Hay alguien en la escuela que te moleste? — pregunto Shoyou, viendo como poco a poco el animo de su pequeño decaía cada día
Aki, se sobresalto un poco y bajo su cabeza.
Kageyama quien también ya había llegado a la cocina, vio la escena de su pequeño y se preocupo.— No te vamos a decir nada si nos lo cuentas... ¿Qué ocurre en la escuela Aki? — ahora fue turno de Kageyama de preguntar.
Akihiko guardo silencio un momento y despues volteo a ver sus papas quienes estaban frente a el, con una sonrisa demostrando el amor y apoyo que puede recibir.
—... En México, había un niño que me molestaba por que yo no conocía a papá y yo siempre defendía a mamá y a papá aunque no supiera quien era... solo que ahora también esta de intercambio aquí y me sigue molestando con lo mismo y hoy hay un ejercicio de papá e hijo pero no sabía si papá quería ir conmigo y no pregunte nada. — decía algo nervioso el pequeño príncipe
El alfa y el omega se voltearon a ver con algo de tristeza transmitida en sus ojos... de algún modo ambos se sintieron culpables.
Culpables de que su pequeño tuvo que sufrir los años escolares por un tonto malentendido de hace seis años.— ¿Te gustaría que fuera contigo hoy? — pregunto Kageyama una vez regreso su vista a su pequeño.
— Amor... Yo puedo ir con Akihiko — dijo Hinata llevándose la atención de ambos.
— En estos momentos es mas importante mi hijo... Aki, te pregunto una vez más... ¿Quieres que vaya contigo hoy? —
[Kageyama]
Akihiko me volteo a ver y pude notar como sus ojitos brillaban de la emoción, Y yo solo me límite en sonreírle.
— Iré a cambiarme, solo espera un momento — dije acariciando melena de mi pequeño y después la de Shoyou.