-¿Puedes quitarme estas cosas ahora?- Le pedí amablemente después de nuestra intensa sesión de hacer el amor. Ahora estaba empezando a amanecer... habíamos durado toda la noche...
María José cumplió inmediatamente con mi petición, sacó una llave de su gabinete y desbloqueó las esposas alrededor de mis muñecas. Yo tenía razón en pensar que se adaptaron perfectamente a la atmósfera en el sexo, pero aún así, era una tortura no poder tocarla durante nuestros momentos.
Una vez que mis muñecas estaban libres, se acostó, con la cabeza apoyada en mi pecho desnudo y me abrazó con fuerza.- ¿Cómo estuvo?- preguntó, trazando círculos con su dedo alrededor de mi pezón. Ella tenía la costumbre de hacer eso después de que hacíamos el amor.
-Wow.- Fue todo lo que pude decir. Sí, había sido agravante pero era probablemente la primera y mejor experiencia que he tenido.
María José sonrió y se acercó más, besé la corona de su cabeza y ella agarró una de mis muñecas, miró y masajeo las marcas rojas que estaban allí, supuse que se estaba sintiendo mal por ello, así que traté de tranquilizarla.
-Hey, estoy bien.- Sonreí.
-¿Te duelen?
-No.- Mentí.
-Está bien-. Yo no quería que ella se sintiera culpable por algo tonto como estas marcas que básicamente me había hecho yo misma luchando, inútilmente debo añadir.
Hubo silencio, uno que no podía describir. No era ni torpe, ni cómodo... era extraño.
-¿Cómo estuvo la fiesta?- Preguntó, con un tono directo y al grano.
-Pau se divirtió arrastrándome toda la noche.- Me reí, con la esperanza de aligerar el estado de ánimo un poco, pero no fue el caso.
-¿Ella intentó algo contigo?- Preguntó, su voz con un matiz de hostilidad... algo que no me gustaba.
-No, por supuesto que no lo hizo.- Fruncí el ceño y me moví un poco, no me gustaba a dónde iba esto.
-Yo quiero que seas honesta conmigo Daniela.- Dijo mientras se sentaba.
-Estoy siendo honesta.
-Si me entero de que estás mintiendo para proteger a tu amiga, no será de mi agrado.
Mientras trataba de ocultar mi ceño fruncido por el tonito de su voz, traté de recordar si Pau había hecho algo. Finalmente
recordé, pero me pregunté si debía decirlo ya que realmente no era un gran problema...
Cuando miré a María José, me paralizó al igual que hace semanas en el inodoro de la escuela cuando yo había clavado a Pau contra la pared. Su mirada me decía que fuera honesta, y yo no quería sacar su lado malo.
-Bueno... no fue una gran cosa así que no hay nada de qué preocuparse.- Me encogí de hombros.
-Y...?
-Bueno, cuando Pau me esposó, no podía coger el teléfono y en ese momento había vibrado, era un mensaje tuyo. Mario me preguntó si yo necesitaba ayuda para cogerlo, pero antes de que él lo hiciera, lo hizo Pau. Como he dicho, no fue nada Importante
Miré a María José y tenía la mandíbula tensa. -"Está voy a mentir y decir que no me molesta, realmente no me gusta que ella te toque en absoluto, la forma en que ella piensa que te pueda tocar íntimamente es increíble. Por lo menos te salvó de Mario, sin embargo, si no lo hubiera hecho creo que me habría enfadado.
-María José.- Está bien, esto hay que decirlo.- No quiero ofenderte pero... Creo que quizás tenemos algunos problemas de confianza, y también cuestiones de celos aquí."
Ella siguió mirándome, parecía herida como si yo le hubiera dicho que era gorda o algo así.
-Ouch.- respondió, trató de levantarse pero yo no se lo permití.
-Como he dicho, no me refiero a ofenderte pero espero que si yo actuara de esa manera me lo dijeras.
-No creo que estoy actuando como nada Daniela- Bueno... alguien estaba en negación...
-Muy bien, respóndeme a esto, ¿por qué tenías problemas si yo iba a la fiesta en primer lugar?
María José abrió la boca para hablar, pero no salió nada. Frunció el ceño y pensó durante un rato antes de contestar.
-Nunca dije que no podías ir.
-No, ¿pero tú no eras aficionada a la idea de que fuera? ¿Y por qué fue eso?
Sin respuesta....
-Tú no querías que fuera, porque no confías en mi si hay alcohol o está Mario, el chico con el que rompí para estar contigo, el chico al que le aplasté el corazón por tí. Tú significas el mundo para mi y tu piensas que lo tiraría todo por la borda por un par de besos. Ese es tu problema, no confías en mí y me duele.
-Oh bueno, ¿y si nuestros papeles se invirtieran y tuviera un ex novio como él a mi alrededor, no te importaría que me hablara, como lo hace Mario contigo? ¡¡Ah!! ¿y también con alcohol en la mano?- Argumentó.
-¡Yo confío en ti!....Te guste o no María José, no puedo ser tu 'preso' 24-7. ¡No puedes vigilarme a cada momento del día para asegurarte de si hablo o no con Mario, Pau o cualquier otra persona! Estás siendo un poco posesiva y tienes que aprender a confiar en mi de todo corazón María José.
María José inclinó la cabeza.
La cuestión es que no confías en mí... si una persona medio me toca entonces te enojas. ¿Crees que no me negaría si alguien intenta algo conmigo... así es como tú piensas de mí? como damisela en apuros que no puede decir que no y eso lo empeora.
María José parpadeó unas lagrimitas y aunque sentía que estaba siendo dura, ella necesitaba oírlo. Sí, tuvo un pasado de mierda, y unas malditas personas la trataron terriblemente pero esto no podía seguir así, esos celos, la posesividad... simplemente no era saludable para una relación. Para nuestra relación.
-Sería muy feliz si olvidáramos este incidente María José. ¿Ves este collar?- Usé mi dedo para levantar su barbilla para que mirara, el collar que me había regalado.- Yo soy tuya y yo no voy a ninguna parte sin ti.
La envolví en un fuerte abrazo y sentí que mi hombro se humedeció.- Lo siento.- susurró.
-Esta bien mi amor.- La arrulle tratando de calmar su cuerpo tembloroso.- Sé que esta no eres tú, es parte del pasado en tu contra, pero te prometo con la mano en el corazón que yo nunca te engañaría, yo nunca abusaría de ti, yo nunca te haría daño... ¿y sabes por qué?
Me eché hacia atrás y tomé su rostro en mis manos, obligándola a mirarme con esos ojos café verdosos llorosos, ella negó con la cabeza como pudo.
-¡Porque TE AMO Maldición!!!
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Aquí está el segundo capitulo de esta semana y espero poder publicar un tercero, gracias por todo gente, se les quiere.
Nos leemos,
-Al.
