Llamaron a la perta de mi casa, abrí un poco y vi a Maria José totalmente enojada. Oh Dios... Es mi culpa.... Suspire... y abrí totalmente para que ella pasara.
-¿Por qué hiciste eso?- Preguntó en un tono bastante frío y cruzando los brazos.
-Este es el último año Maria José, no puedo dejar que lo expulsen. Está trabajando duro para lograrlo...
-Pudo haberte violado Daniela.
-No lo haría.- Le contesté. Tal vez yo estaba negándome a lo que paso pero estoy segura de que él no habría hecho algo como eso.
Maria José se mordía los labios de la ira y se paseaba de lado a lado en el mismo lugar. Probablemente quería decirme y gritarme lo estúpida que fui.
-¿Puedo por favor tener un abrazo?- Le dije triste y mirando al suelo. Ella suspiró, y aceptó mi petición. Inmediatamente me envolvió en un abrazo que me hizo sentir todo lo que necesitaba y estar mejor al instante.
-No estoy contenta contigo, él va a pensar que vas a regresar.- Suspiró.
-No Maria Jo.....
-Lo siento.- Dijo contra mi hombro. Sus palabras sonaron amortiguadas.
-¿Porqué demonios dices que lo sientes?- Le pregunté confundida.
-Traté de ayudarte, pero él era muy fuerte y....- La corté con un beso. Se estaba culpando de algo que no debía, cuando me separé su mirada se tornó sorpresiva y lujuriosa al mismo tiempo, si es que eso era posible.
-No es tu culpa Maria José.
-Lo es, si yo no hubiera estado celosa entonces....
Nuevamente le corté con otro beso y la empuje suavemente contra la pared. Acaricié sus caderas y sentí sus latidos ir rápido contra mi pecho. Sentí todas sus emociones a través del beso y yo estaba segura de que ella también me sentía.
Con nuestros labios aún conectados, caminamos hasta el sofá y nos acostamos, yo arriba de ella para seguir besándola, metí mi lengua en su boca y ella gentilmente comenzó a chuparla. Sentí una gran sacudida que fue directamente a mi clítoris. Tanto, que me empezó a doler y ya me estaba desesperando, así que comencé a frotarme contra ella varias veces.
Tomé sus manos entre las mías, juntando nuestros dedos y las sujete de ambos lados de la cabeza. Ella gimió y se apretó mucho más contra mí, quería ejercer el control de la situación, pero no se lo permití. Comenzó a mordisquear mi labio inferior tirando de él, haciéndome temblar. Dios, sí que era buena.
Me aparté un poco y la miré. Diablos. Esta mujer era tan jodidamente hermosa y yo me sentía tan afortunada de tenela. Bueno, todavía no en lo absoluto y eso me molestaba bastante.
Ella se inclinó para tomar mis labios de nuevo, pero moví la cara, lo intentó otra vez, pero una vez más me aparté. Gimió molesta por mi broma pero yo tenía algo que decir.
-Maria José, rompí con él para que podamos estar junta y para que la culpa no pese sobre mí. Yo quiero ser solo tuya.- Suspiré, apartando la mirada de sus ojos.
-Dani.... Es difícil...
-¿Ser mi novia haría alguna diferencia Poché? Nosotras no tenemos que ir más allá sólo porque ponemos un nombre a nuestra relación... Yo no voy a ser posesiva y celosa con todo el que te hable solo porque te llamo "mi novia". Pero esto... Lo que estamos haciendo, no somos nada más que amigas con beneficio y es una mierda porque yo me preocupo por ti y te respeto más de lo que crees. Pero tal vez tú no quieres ser mía, así que supongo....
Se apoyó con todas sus fuerzas contra mí y me mordió el labio inferior, me beso, pero me retire.
Debíamos dejar las cosas claras entre nosotras.
-Daniela me gustas mucho y nada me gustaría más que ser tu novia.
Trato de apartarse de mí, tal vez incómoda, pero yo estaba acostada encima de ella y tenía sus muñecas atrapadas en mis manos. No la iba a dejar ir, no ahora. Esto era muy importante para mí y sé que para ella también.
-¿Entonces?- Pregunté.
-Creo que va a ser más difícil para nosotras si ponemos una etiqueta a lo que tenemos....- Ella no tenía ningún punto claro, estaba diciendo cosas sin sentido y ya se me estaba agotado la paciencia.
-Bueno, tal vez deberíamos dejar esto aquí entonces.- Le dije, finalmente soltando sus muñecas y levantándome del sofá.
-Detente.
-Déjame.....ya te dije... no soy feliz siendo sólo una amiga con la que te puedas besar y acariciar. Estamos juntas o no lo estamos.
Le di un ultimátum y le dije que se fuera, fue lo justo. ¿Cierto?
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Hoy tenía una sesión de tutoría con ella y yo solo quería mi respuesta.
A la hora del almuerzo no la vi pero tampoco me molesté en buscarla, así que sólo tenía que espera hasta la hora de nuestra clase.
Maria José entró al salón con un comportamiento bastante extraño, ni siquiera se dignaba a mirarme y cuando lo hacía quitaba la mirada inmediatamente. Esto me jodió completamente... así que saque mi teléfono y lo puse debajo del escritorio para enviarle un mensaje.
-*Supongo que sé mi respuesta.- Puse mi teléfono lejos tratando de contener las lágrimas.
Ella empezó a entregar unas hojas a cada estudiante y cuando pasó por mi lado la ignore. Me dispuse a trabajar y de reojo vi cuando ella volvía a su escritorio y miraba su teléfono. Frunció el ceño. Así que inmediatamente seguí trabajando.
Una vibración en mi bolsillo me desconcentro, revise mi teléfono y era un mensaje de Maria José.
-*Voy a ir más tarde.
-*No, no lo harás, mi papá llega a casa hoy.- Le respondí, sin levantar la mirada.
-*Bueno, ¿podemos ir a otro lugar?
Pensé por un tiempo pero decidí no responderle. Sentí su mirada mientras yo guardaba mi teléfono y solo suspiró.... ¡No hagas eso!
Después de que la clase terminó, me quedé en mi asiento y una vez que todos los estudiantes se fueron, Maria José vino y se sentó frente a mí,
-¿Y bien?- Preguntó.
La miré confusa.
-¿Cuál es tu respuesta?
-No creo que sea buena idea.- Suspiré.
-¿Puedo responder a tu pregunta?
-Ya has contestado Maria José, no estoy ciega y realmente no quiero oír la respuesta en voz alta. Gracias.
-Por favor.
Miré hacia ella y la vi sonriendo triste, quería abrazarla y no soltarla pero fui fuerte y giré mi cabeza asintiendo.
-¿Podemos ir ahora?- Ella preguntó.
-Mi coche está aquí, lo llevaré a casa y luego puedes recogerme ahí.
-Está bien.
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Espero que les esté gustando el maratón, en un rato subiré el último capítulo del maratón, y hasta la semana que viene no habrá más. No se olviden de votar y comentar.
Nos leemos,
-Al.
