-Oh, Dios mío Dani eres una perdedora.
-Cállate Pau, tú eres la imbécil. No entiendo, por qué solo no me dices.
-Es porque eres muy tonta y me encanta jugar contigo.
Vete a la mierda. Chica tonta.
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Pau y yo estábamos esperando fuera del edificio de la escuela junto con todos los otros estudiantes. Estaba en clase de matemáticas cuando la alarma de incendios se disparó. Según el protocolo de la escuela todos tenemos que esperar aquí mientras este desprotegido.
Seguí mirando alrededor para ver dónde estaba Maria José, no miré hacia su clase así que probablemente debe estar dentro todavía.... ¡Oh! Ahí está. Una sonrisa apareció en mi cara casi inmediatamente después de verla y la vi dispararme una sonrisa también. Pau nos estaba mirando con una sonrisa en su cara, no sé porqué.
-Déjame intentar algo.- Dino Pau y me apretó el trasero.
-¡Yah! Que mierd....
-Shhh.- Me giró para que yo quedara de espalda hacia el resto de los estudiantes y profesores. Puso un brazo alrededor de mi cintura mientras que el otro todavía apretaba mi trasero.
-Pau todo el mundo está mirando, ¿no te importa?
-No todo el mundo. Quédate quieta.- ¿Quién no estaba mirando? Traté de dar la vuelta, pero Pau me sostuvo y me mantuvo en su lugar.- Ahhh, bingo.
Pau deslizó la mano que estaba en mi cintura para agarrar un puñado de mi pelo. Después quitó la mano de mi trasero y la comenzó a mover alrededor de mi frente. Yo estaba segura que atrás estaba.... ¡Sí!..........
-Alguien no está feliz.- Pau se puso a reía antes de besar mi mejilla y soltarme.
Me di la vuelta y vi a Mario viniendo hacia nosotras, llegó y empujó a Pau lejos de mí.
-¡Detente Mario!- Fruncí el ceño. Siempre andaba celoso de todo el mundo y se estaba convirtiendo en un pequeño problema.- Estamos simplemente aquí.
-Tú detente, no necesito rumores de personas diciendo que ustedes dos son lesbianas y hacerme quedar como un tonto.- Gruñó. Gran imbécil.
-Vete a la mierda niño Mahone, esto es una conversación privada.- Pau le advirtió con su sello característico. La bestia se apoderó de ella.
-Baby podemos unirnos después de la escuela ¿si? Puedes venir.- Le dije y por supuesto que se conformaría con eso. Sonrió, me besó y regreso a donde sus amigos.- ¿Hiciste eso para hacerlo enojar?- Le pregunté a Pau confundida.
-Él no era de quien yo estaba hablando.- Pau me sonrió antes de dirigir su mirada a otro lugar pero fue perdiendo sus sonrisa.- Mierda.....
-¿Qué?
Miré hacia donde Pau miraba y vi a Maria José con nuestro maestro de educación física. Él estaba susurrándole algo en el oído y ella se reía y golpeaba su brazo con coquetería. Entonces se acercó mucho más y ella se inclinó para besar su mejilla. Estaban tan cerca que parecían un pareja follando. No sabía que mi corazón podría salirse de mi pecho hasta que vi eso.
Pau tomo mi mano...
-Dani....- Estaba segura que Pau se sentía culpable, tal vez quería darme alguna esperanza. Gracia a Dios que no me había dicho nada acerca de lo que había descubierto, ella había sido testigo de esto. Porque si ella estaba mal y me decía lo contrario de lo que en realidad era real... Estoy segura de que mi corazón se habría roto en mil pedazos.
-Estoy bien.- En realidad no lo estaba. Mi voz quebrada hizo que Pau se diera cuenta de ello. Me quedé pensando: Como una persona tan demente como Maria José podía poner su mano sobre su pecho mientras él resoplaba fuera de sus pectorales, tratando de impresionarla, sin duda. Había visto su sonrisa hacia a mí muchas a veces. Pero.... Me limpié una lágrima, yo no necesitaba ver más.
-Ella es una coqueta Dani, apuesto a que tiene un enorme ego y lo necesita para alimentarse. Es una serpiente.- Pau dijo tratando de hacerme sentir mejor.
Todo el mundo tuvo que volver a sus clases, Pau tuvo que regresar a la suya, así que agaché la cabeza para decirle adiós y me acerqué a Mario. Él me vio un poco molesta y puso un brazo alrededor de mí para irnos a nuestra próxima clase.....
Inglés.
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-Buenas tardes chicos.- Ella incluso sonaba diferente.- Hoy tenemos un documental, y también algunas hojas de trabajo. Vamos a ver el documental y a dar respuesta a las personas que hay en sus hojas. ¿Daniela quieres hacer esto?- Ella sonaba amable, para nada coqueta. Todo estaba en mi maldita cabeza. Asentí, mirando al suelo. No la había mirado ni una vez desde que la había visto con ese tipo.
Recorrió el salón de clases y empezó a entregar las hojas de trabajo. Rezaba para que ella no se detuviera en mi mesa, pero lo hizo. Y entonces, me tocó, tenía su mano apoyada en mi espalda, no quería eso, así que giré mi cuerpo torpemente tratando de dejar su mano fuera, por suerte ella captó la indirecta y la retiró.
-¿Te sientes bien, cariño?- Preguntó. Uhhh.... No me llames carió, apuesto a que lo llamaste carió a él. Asentí y decidí agacharme para verla por una fracción de segundo antes de cambiar mi mirada a otra parte. Puede ver su ceño fruncido por la esquina de mi ojo y finalmente se fue.
Alcé los ojos para mirar la pantalla digital interactiva en la que nos mostraría el DVD y me pregunté por qué nos hizo ver Romeo y Julieta en el televisor cuando ella tenía eso. Tal vez fue porque la película estaba en un VHS y no un DVD, no lo sé, no soy buena con la tecnología.
Desde la pantalla que estaba justo encima de su escritorio, vi su figura. Yo estaba segura de que me estaba mirando. Me aventuré en mirarla y no me equivoqué. Tenía la mirada fija en mí.
Probablemente se preguntaba si en realidad me encontraba bien... No, yo no estaba bien y tampoco me iba a quedar para la tutoría.
Cuando terminé mi hoja y el documental, Maria José comenzó a recoger los trabajos y, como esperaba, se detuvo para preguntarme si estaba bien. Le dije que 'sí' en el tono más frío posible. Ella entendió la indirecta y se fue.
Llegó el momento de irnos e inmediatamente me pegué a Mario que puso su brazo alrededor de mí. Al menos era bueno para algo en este momento. Cogió mi bolsa y salimos.
Estábamos a mitad de camino por el pasillo cuando oí a Maria José gritar mi nombre. Mario me miró y probablemente vio que no estaba de ánimo, así que seguimos caminando. Él me había dicho que no podía llevarme a mi casa (mi coche todavía no servía) ya que tenía que recoger su hermano pequeño de la escuela.
Me dirigí a la parada de autobús y encontré que no había mucha gente allí, solo unas pocas persona que subían a otros y unos minutos más tarde, estaba sola. Ah, y si mi día no podía ser mejor, empezó a llover y no tenía mi chaqueta. Sólo una blusa y unos vaqueros ajustados. ¡¡Perfecto!!
Me revolqué en mi autocompasión por cada diez minutos hasta que vi llegar a un coche. La lluvia rebotaba en el capo. Sabían quién estaba en el coche y yo no quería ver......
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Bueno ya tienen el capítulo 11, espero que les guste, voten y comenten.
Nos leemos,
-Al
