-¿No conduces?- Me preguntó. Mientras yo miraba por la ventana...
-Lo hago, pero mi coche no encendió esta maána.- Rodé los ojos y me puse más cómoda. Maria José también tenía un Mercedes, pero tenía asientos de cuero rojos en comparación con el mío que eran negros.- Me gusta tu coche.
-Gracias, es mi bebé.- Su bebé ¿eh? Nunca pensé que podría tener celos de un coche antes...
-¿Por cuánto tiempo lo has tenido?- Realmente no quería continuar esta conversación sobre un coche, pero no había mucho más que pudiera decir.
-Dos años.
-Aww.- ¿Qué demonios estoy diciendo?
-¿Aw? Eres tan rara Daniela.- Se rió.
-¡Yah! Estoy pensando que eres más un matón que una maestra. ¡Te ríes de mi trasero, luego te ríes cuando estoy asustada y ahora dices que soy rara!- Resoplé. Ella sabía que yo estaba bromeando.
-Bueno, tal vez deberías dejar de ser tan graciosa.- Me dio un guió e hizo que mi corazón se detuviera. Oh, ¡ella dijo que soy graciosa!
-Jummm... realmente no soy divertida, y te lo demostraré, "Knock Knock".
-¿Quién es...
-¡ADELANTE!- Ella me miró como si yo fuera un monstruo.- Te lo dije.- Sonreí.
Pero luego se echó a reír, realmente reía tan fuerte que ya estaba llorando. Me contagió de su risa. Los ruidos que salían de ella eran tremendamente divertidos. Di gracias a Dios que nos habíamos detenido en un semáforo en rojo o ella podría haber estrellado el coche.
-Oh, Dios mío Daniela.- Dijo calmándose un poco, después de su ataque de risa.
-Wow, esa es la mejor reacción que he tenido de una broma.
-¡Ahhh Señor! Lo siento.- Ahora reía como una niña pequeña, ¡Linda!
-No re disculpes, es agradable verte ligera después de hoy.- ¿Realmente le dije eso a mi profesora?
-Ahora ya sabes qué hacer para animarme.- Vi su sonrisa, y su sonrisa era... ¡Dios! Hermosa.
-Que... ¿Contarte una broma? Gira a la derecha.
-Sí, pero por favor, no en medio de la clase o me moriría de la vergüenza.
-Tal vez sería genial una venganza por lo que tú me hiciste en tu primer día.- Sí fui allí.
-Ooooo, astuta. Por favor, no lo hagas.- Me dio una sonrisa suplicante que poco a poco derritió mi corazón.
-Vamos a ver. Tengo uno sobre un pollo.- Eso la descoloco de nuevo. Por Dios era una niña.- Toma la siguiente a la izquierda, mi casa se encuentra al final del camino.- Me encantó este paseo, puede hablar con ella, como hablo con Pau. Realmente fue como si acabara de ganar una nueva amiga, excepto que yo la quería como más que una amiga.
Se detuvo en mi casa y miró por la ventana.- ¡Guau! , es un bonito lugar.- tenía su boca abierta, viendo el bonito paisaje alrededor de mi casa.
-Gracias. Y gracias por el viaje, de verdad te lo agradezco mucho. Supongo que estaría en la parada de autobús justo ahora si no fuera por tu generosidad...- le dí un guiño al que sonrió.
-No hay problema...- Atrapé sus ojos y no podía apartar la mirada.
Eran tan acogedor. Es como si tiraran de mí. Mis ojos parpadeaban hasta sus labios. Dios eran tan plena, tan brillante, tan irresistible. La miré de nuevo a los ojos y su sonrisa se fue convirtiendo en una mueca.
-¿Qué? ¿Qué pasa?- Empecé a sentir pánico. ¿Qué mierda me ves?
-Um, ¿te gustan los bichos?
-¡Ew! No sé, por qué me preguntas eso.- Me estremecí al pensar en esas cosas asquerosas.
-Está bien, entonces te sugiero que te quedes quieta....- Dijo, mientras lentamente se acercaba a mí.
Había olvidado todo lo que acababa de decir y me centré en su rostro, que ser acercaba cada vez más y más como si fuera a besarme. Mi corazón latía con fuerza mientras miraba sus labios.... Pero, de repente, sentí algo subiendo por mi cabeza y me perdí.
-¡ARGHHHH! ¡¡¿¿QUÉ CARAJO??!! ¡¡QUÍTALOO!!
-¡Daniela cálmate, simplemente quédate quieta!- Maria José estaba sosteniendo mis hombros hacia abajo, tratando de conseguir lo que fuera que estuviera en mi cabeza, pero conmigo saltando como una loca no iba bien.- ¡DANIELA!
Me detuve. ¡Ella me gritó! No lo podía creer. La miré fijamente, con la boca abierta llena de incredulidad. Eso dolió....
De pronto agarró un pedazo de mi cabello y lo sacó, sólo me dedique a gritar. Y grite más cuando vi que lo dejo caer sobre mí era una puta araña enorme. La perdimos de nuevo y comencé a saltar en su coche. De alguna manera me las arreglé para abrir la puerta y me caí hacia atrás dándome un buen golpe contra el suelo.
Afortunadamente llevaba pantalones vaqueros o Maria José habría visto justo mis bragas.
Rápidamente me puse de pie y empecé a saltar, no tenía ni idea de si ese bicho ya me lo había quitado de encima, así que continué saltando hasta que lo vi arrastrándose por el suelo. Levanté mi pie y grité.- ¡MUERE!- Luego lo pisé.- ¡ESO ES LO QUE OBTIENES!- Horrible criatura.
Miré de nuevo al coche y vi a una Maria José doblándose de la risa, había visto todo lo que yo había echo. Ohm... ¡si la tierra me traga entera en este momento, sería genial!
-Oh mi Dios, no puedo respirar.- Gimió rojo brillante. ¿No sería genial si ella se desmayara, yo tendría que realizarle la RCP (reanimación cardio pulmonar) ¿Aish qué estoy siquiera pensando....?
-¿Ya terminaste?- Le pregunté, con una ceja levantada y una mano en mi cadera.
-Debería haber grabado esto, podrías haber sido una estrella de YouTube.- Siguió riendo.
-Ja, ja.- Dije con sarcasmo.- Gracias de nuevo por el paseo. Ahora sólo voy a morir a causa de la vergüenza, así que te veré en mi próxima vida tal vez.
-Dramática.- Sonrió.- Nos vemos mañana Daniela.- Cerré la puerta del coche y saludé con la mano mientras el coche desaparecía.
¡Que día!
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Bueno ya tienen el capitulo 10 de esta historia, espero que les guste, si tienen algo que comentar les leo.
Nos leemos,
-Al