Advertencia: Contenido altamente cardíaco. Tengan cerca el número de la ambulancia ;)
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Todos estábamos en el autobús escolar. Los estudiantes cantaban canciones sin sentido para pasar el tiempo y luego yo, con mis auriculares y los ojos cerrados. Realmente no quería estar aquí, no me gustan las galerías, pero Maria José estaba aquí, así que...
-Muy bien chicos hemos llegado. Por favor, no se empujen, todo el mundo reúnase fuera del autobús en la acera. Pueden dejar sus pertenencias aquí. Este mismo autobús nos recogerá de nuevo más tarde.- Dijo el Sr. Choi. Ese hijo de puta se había sentado junto a Maria José todo el viaje, él no está nada mal, así que no estaba contenta de que él estuviera con ella, y no necesito ningún obstáculo en mi camino.
Hicimos lo que dijo el Sr. Choi, yo estaba junto a Pau. Esperamos a que el resto de los estudiantes bajara y luego maestros, y allí estaba ella, con una gran sonrisa en su rostro y se hizo más grande aún cuando captó mi mirada.
¡¡Me encantó!! Que yo pudiera hacerla sonreír de esa manera.
-¡Bien, vamos!- El Sr. Choi dijo mientras aplaudió y abrió la marcha. Maria José estaba caminando junto a él, pero yo no estaba enojada. ¿Por qué? Porque ella no dejaba de mirarme, para asegurarse de que yo todavía estaba aquí.
-Bien, ahora ella está siendo muy evidente.- Pau susurró con una risita. Sonreía y la empujé ligeramente.
Nos metimos en la galería y empezamos a mirar a sus alrededores. Aburrido, aburrido, aburrido. Qué tenía que ver esto con el Inglés, no sé, tal vez sólo querían que nos despejáramos un día. Miré alrededor de las esculturas y ya tenía mis mejillas infladas ya no tenía ningún interés en ninguna de ellas.
Entonces, sentí su presencia a mi lado y sentí un escalofrío familiarizado recorrer mi columna vertebral cuando su brazo rozó el mío.
-¿Estás divirtiéndote?- Ella preguntó, con una sonrisa en su rostro.
-¿Estás bromeando?- Exhalé en voz alta. Entendió mi aburrimiento y se echó a reír.
-Lo sé, no es genial. Al menos es bueno que lleguemos a explorar algo diferente en vez de estar en el mismo salón de clases siempre.- Se encogió de hombros. Tiene razón.
-Supongo pero prefiero ir a un parque temático o algo.
-¡Ja! Me encantaría ver eso. Tengo la sensación de que la casa embrujada te aterroriza.- Sonrió.
-Está bien, me descubriste. Aunque me gustan las montañas rusas. La rapidez que tiene, la adrenalina.
-Mmm, estoy de acuerdo. Me gustan también.
Caminamos un poco más hasta que no pudimos ver al resto de la clase.
-Creo que deberíamos volver.- Rodó los ojos.- Estoy destinada a estar ayudando al Sr. Choi con todo.- Hizo un ruido quejumbroso como una niña pequeña. Adorable.
De repente, mi teléfono sonó y capté un mensaje. Era de Pau.
-*Oye, hay otra habitación en la galería que tú y la Señorita Garzón no han visto al parecer, es necesario verlo así que vengan rápido. Voy a esperar afuera por ti.
Mostré a Maria José el mensaje e hicimos nuestro camino de regreso a la parte delantera de la galería. Vimos a Pau de pie junto a una pequeña puerta con su teléfono en la mano y una sonrisa enorme en su rostro. Nos acercamos y nos mostró la puerta.